La llamada ley del sí es sí ha derribado la mayor página de anuncios de prostitución de España. Pasion.com ha eliminado sus anuncios de contactos tras la validación de la Ley Orgánica Integral de Garantía de la Integridad Sexual ayer en el Congreso de Diputados.
Lo han anunciado fuentes del sector, que han precisado que hay un "terremoto en la industria" del sexo de pago por la aprobación del texto que plantea la persecución de la prostitución en España. Este clima ha tumbado ya el primer portal de conexión entre clientes y trabajadores y trabajadoras sexuales.
"Inseguridad jurídica"
El equipo del site ha señalado que se ha visto obligado a cerrar la sección de contactos por la "inseguridad jurídica" que "genera esta nueva normativa". Por el momento, Pasion.com avanza que clausurará próximamente esta sección, pero por el momento ya ha dejado de aceptar pagos.
A renglón seguido, la tecnológica "agradece el apoyo" de su comunidad de usuarios y regala créditos a sus navegantes para, precisamente, dar las gracias a los internautas.
Lucha contra la prostitución
Las dos medidas draconianas anunciadas por la mayor web de trabajadoras sexuales de España llegan después de que el Congreso validara el anteproyecto de ley que diseñó el Ministerio de Igualdad, que dirige Irene Montero (Unidas Podemos).
El texto, que en su punto nuclear sitúa el consentimiento en el centro, prevé medidas de combate del sexo con intercambio económico, como la prohibición de la tercería locativa. De este modo, se sancionará a pisos y establecimientos públicos o privados en los que se produzcan estos intercambios a cambio de dinero.
Antiabolicionistas
Ante esta iniciativa legislativa que ha recibido el visto bueno del legislativo, los antiabolicionistas de la prostitución se han organizado en torno a la web Afectados Abolición, que defiende el trabajo sexual como una forma de ganarse la vida, frente a los que defienden que es una forma de explotación.
Es un asunto que, de hecho, ha dividido al colectivo feminista, hasta el punto de que en la marcha del 8 de marzo de 2020 en Madrid se produjeron agresiones entre activistas con opiniones contrapuestas sobre esta práctica.