La okupa del local incendiado tiene síndrome de diógenes: "Recogía todo lo que veía por la calle"

La okupa del local incendiado en Sant Adrià de Besòs está afectada por el Síndrome de Diógenes. Así lo ha confirmado el jefe de guardia de la región metropolitana de bomberos, que ha explicado que la mujer acumulaba "mucho material". También lo dicen los vecinos, que aseguran que "recogía todo lo que veía por la calle". 

Uno de los objetos que había dentro del local era un coche de juguete de grandes dimensiones, donde podría haberse originado el fuego. Pero también había neumáticos y otro tipo de chatarra y basura susceptible de provocar un grave incendio, como ha ocurrido finalmente. 

Ruidos y problemas de convivencia

Según han explicado los residentes, la mujer allanaba este inmueble desde hacía más de cinco años. Y no lo hacía de una forma tranquila, sino que generaba "ruidos" y problemas de convivencia con los vecinos. Lo ha confirmado la propia alcaldesa Filo Cañete (PSC), que ha reconocido tener constancia del allanamiento por los avisos recibidos conforme "distorsionaba" la vida de los ancianos que viven en la residencia Mossèn Anton, evacuados por las llamas. 

"Tuvimos conocimiento de la okupación porque generaban una cierta distorsión con la residencia de gente mayor. Los vecinos soportaban el ruido y la convivencia no era la más adecuada", ha manifestado Cañete. 

Una "pesadilla" para la residencia

También la directora del geriátrico, Alicia Tarragón, ha explicado a Catalunya Ràdio que hacía años que había denunciado la situación, que era una "pesadilla" para las personas mayores y para los trabajadores. "Nosotros desde el primer momento advertimos de que empezaba a ocasionar problemas. Metían todo tipo de cosas que cogía por la calle. Vendían drogas, música alta...", relata.

Incendio en un local okupado en Sant Adrià que obliga a los ancianos de la residencia cercana a pasar la noche fuera / BOMBERS

Ante este panorama, a los vecinos no les sorprende haber llegado a este punto. Pero lamentan que no se haya actuado antes para evitar el susto de los residentes que tendrán que pasar la noche fuera porque sus edificios han sido afectados por las llamas.