Este martes, el empresario ruso Alexander Dmitrenko ha declarado en calidad de investigado en el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona. Lo ha hecho ante el juez Aguirre, que investiga el caso Voloh, para explicar su intermediación en una operación de compraventa de gas entre un bróker ruso y una empresa china.
Dmitrenko ha defendido que durante los cuatro años en los que se dedicó a gestionar operaciones financieras entró en contacto con una empresa española de capital extranjero y con sede en Madrid con licencia de importación de gas licuado. El empresario ha explicado que, años después, cuando un embajador de la Cámara de Comercio de Barcelona se enteró de esta posible operación, él operó como intermediario utilizando los contactos que había conseguido.
Deja a Alay al margen
Asegura que lo hizo al margen del jefe de la oficina del expresident Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, que no formó parte de esta negociación. Según fuentes judiciales, el empresario ruso ha explicado durante su declaración que Alay solo se alegró porque “si iba bien el proyecto le iba bien a Cataluña”, pero que no sacó rédito de ello.
Dmitrenko ha matizado que tampoco él llegó a lucrarse y que no recibió nada de los 295.000 euros de la paga y señal que la empresa china pagó al bróker ruso que poseía el cupo para vender el gas. Solo en caso de que esta operación se hubiera materializado --se dirime en un juzgado de Moscú tras volar por los aires después de la paga y señal-- el empresario recibiría una comisión mensual.
Aupar a la Cámara de Comercio
Aunque el juez sospecha que sirvió para financiar la declaración unilateral de independencia, Dmitrenko ha explicado que el único interés de Alay era posicionar a la Cámara de Comercio de Barcelona como un organismo referente en las operaciones financieras entre Rusia y Cataluña.
El investigado ha incidido en que este negocio nunca estuvo relacionado con la política, aunque Alay se alegró al conocer la operación porque Dmitrenko pagaría aquí los impuestos por los honorarios recibidos por su intermediación. También ha detallado que Alay le sugirió que tuviera unas credenciales de la Cámara de Barcelona, y que la institución llegó a darle unas tarjetas para que fuera embajador de la Cámara ante las autoridades rusas.
Los viajes a Moscú
Sobre los dos viajes que realizó a Moscú junto con Alay, ha asegurado que lo hizo para ganar posiciones en su carrera por ostentar el cargo de embajador de la Cámara de Comercio en Moscú y por convertirse en un referente en el mundo empresarial.
En la segunda de las visitas, además, hizo de traductor del jefe de la oficina del expresident, pero ha enmarcado todas las reuniones en las que estuvo presente en el ámbito empresarial o académico. En este sentido, niega que asistiera a los supuestos encuentros entre miembros del Govern y emisarios rusos.
Rusia, contra los separatistas
Sobre la postura de Rusia con respecto a la declaración unilateral de independencia, el empresario ha negado categóricamente que se posicionara al lado de los separatistas catalanes debido a los problemas internos que este país todavía arrastra con respecto a las regiones de Osetia y Chechenia.