SOS desesperado de una bombera catalana por la falta de medios: "Una compañera pudo morir"

Ocurrió el pasado jueves 12 de mayo en el parque de Bomberos de un municipio del Vallès Occidental (Barcelona). Dos bomberas sufrieron un accidente que no tuvo consecuencias fatales, pero que puso de manifiesto la precariedad laboral existente en este cuerpo. Una bombera en prácticas salió disparada de un camión con 16 años de antigüedad al tomar una rotonda. Las puertas no cerraban bien, asegura la profesional que conducía el coche, quien expresa su “rabia, impotencia y frustración porque una compañera se podía haber matado”.

Así se expresa la bombera en un mensaje de voz enviado a sus compañeros y al que ha tenido acceso a Crónica Global. Con la voz quebrada, una de las víctimas de ese siniestro explica que su compañera se estaba equipando y que, por ese motivo, no se había puesto en cinturón de seguridad todavía. Al tomar una rotonda, se abrió la puerta del vehículo, que tiene 16 años de antigüedad, y la joven salió disparada.

“Rabia, impotencia y frustración”

“Mi conducción era la correcta cuando se cubre un servicio. Las puertas no cerraban bien”, afirma, tras expresar su “rabia, impotencia y frustración” porque “una compañera se podía haber matado”.

Un camión con matrícula de junio de 2004 en los incendios del fin de semana en Cataluña / CG

La bombera asegura estar “indignada” por la “forma ruin” en que se gestionan los recursos destinados a este cuerpo. “No hay presupuesto para la seguridad de los bomberos. Solo les pido que inviertan en seguridad”, ruega.

Los sindicatos han denunciado en varias ocasiones la antigüedad del parque móvil de los bomberos. Pere Hervàs, coordinador de Bomberos de Catac-Iac, explicó a este medio que la Generalitat "cumple, pero con lentitud" un plan de inversiones pactado en 2019 y que trabajan en camiones matriculados en 2004 o incluso más antiguos.

Fallos en los equipos de respiración

El suceso se une a las denuncias de los Bomberos de la Generalitat, que ha publicado Crónica Global, sobre los fallos en los equipos de respiración, con el consiguiente riesgo de asfixia que la empresa Drager ya denunció a la Consejería de Interior en 2020.