Para algunos, un libro en lectura fácil es la única vía de acceso a la cultura y la información. En un día como Sant Jordi, disponer de un escrito adaptado es un privilegio para las personas con discapacidad intelectual. Por eso, aprovechando esta jornada, reclaman a las editoriales apostar por la "inclusión" invirtiendo más recursos en ajustar los libros al colectivo. Sobre todo, la literatura moderna, cuyos autores estarán este sábado en las calles de Barcelona firmando sus obras. "Los más vendidos deberían estar también en lectura fácil", dice una de las portavoces de la Asociación Lectura Fácil, Laia Vidal.
Actualmente, hay 42.244 escritos adaptados en las bibliotecas públicas de Cataluña, lo que supone sólo el 0,35% del total. Una cifra muy pobre, teniendo en cuenta que el total de ejemplares es de 12.071.638 y que, de este tipo de lectura, no sólo se benefician las personas con discapacidad intelectual, sino también otros colectivos como la gente mayor, inmigrantes que están aprendiendo el idioma, jóvenes con dislexia o con algún trastorno del aprendizaje.
¿En qué se diferencia un libro de lectura fácil?
Un libro adaptado tiene que seguir unas pautas internacionales en cuanto al contenido, el lenguaje y la forma. Respecto al primer requisito, "debe narrar la historia de forma cronológica, lineal y con pocos personajes". Se hará a través de un lenguaje "sencillo, con una estructura de sujeto, verbo y predicado", y a través de un vocabulario de uso cotidiano. La forma también es muy relevante: "Visualmente parece un poema porque los párrafos están muy estructurados y con líneas cortas". "Son textos con calidad y rigor, pero fáciles de entender", explica Vidal.
Desde la Asociación Lectura Fácil trabajan con varias editoriales a las que les cuesta asumir los costes de los derechos de autor para adaptar la obra. Y es que, para conseguir convertir un libro en lectura fácil se requiere un gasto que, muchas, no están dispuestas a pagar. Sobre todo, de literatura actual. Pues los clásicos ya están disponibles porque, en España y Europa, los derechos de autor caducan a los 70 años de fallecer el creador.
Editoriales que adaptan libros
La Mar de Fácil y Adapta Editorial son dos de las distribuidoras que han apostado por convertir algunos libros. Éstos, una vez convertidos, son validados por la asociación, que se asegura de que "cumpla las pautas" para otorgarle el sello LF --lectura fácil--. Ambas tienen tipologías distintas. La primera cuenta con autores contemporáneos --tanto adaptaciones como originales-- y clásicos. Todos ellos ayudan a las personas con discapacidad intelectual a "llevar una vida independiente" a través de la colección Tú puedes. La segunda publica clásicos y originales en lectura fácil, pero sobre todo dirigidos a un público infantil y joven. Las dos editoriales, además, han iniciado recientemente la colección Letra Grande, donde se combina el texto con lectura fácil con una tipografía generosa, pensada para personas con dificultades visuales. Todos ellos publicados en catalán, castellano, gallego, euskera e inglés.
Desde la editorial aseguran que les "gustaría" poder adaptar muchos más. Sin embargo, se encuentran con un grave inconveniente: el precio. "Quisimos adaptar Juego Sucio, de Manuel de Pedrolo, los derechos de los cuales los tiene Planeta. Nos pidieron 1.000 euros para avanzar los derechos. Teniendo en cuenta los gastos totales de un libro, el precio de venta y el porcentaje que le queda a la editorial, esta cantidad --que acabamos pagando-- es un esfuerzo muy considerable y difícil de recuperar", aseguran. A ello se le suman los gastos de corrección (150€), ilustración (500€), maquetación (600€), cubierta (200€) e impresión de todos los ejemplares (700€).
Clubs de lectura fácil
Las mujeres son el público que más solicita este servicio, según fuentes de las editoriales consultadas. Ellas son el colectivo mayoritario en los clubs de lectura fácil que se organizan en bibliotecas y otras entidades desde el Consorci per a la Normalització Lingüística. Espacios de lectura donde estas personas comparten afición y fomentan en un 54% el hábito de leer, según un estudio de la Diputación de Barcelona sobre el impacto de los clubs de lectura fácil en 2017.
Ficción moderna y contemporánea, ciencia ficción, aventuras... Todos ellos, géneros literarios solicitados también por las personas con discapacidad intelectual. Un colectivo que reivindica poder celebrar el día de Sant Jordi sin que buscar un libro adaptado se convierta en una odisea.