Los expertos avisan de que el nuevo currículum aleja más a las mujeres de la formación tecnológica
Reducir horas de STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) en la Secundaria afecta al colectivo femenino porque no llegan a desarrollar la vocación
18 abril, 2022 00:00Los estudios técnicos siguen siendo mayoritariamente de chicos. Es una realidad a la que el sistema educativo catalán debe hacer frente ahora más que nunca, ante un nuevo currículum escolar que reduce las horas lectivas de tecnología en la Secundaria. Una decisión que repercute en el colectivo femenino, pues “cuantas menos clases de tecnología se imparten, menos oportunidades hay para que las alumnas desarrollen la vocación por la profesión”. Así lo advierten Pilar García y Mercè López, profesoras de tecnología, quienes aseguran que el nuevo sistema catalán aleja más a las mujeres de la formación STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics).
Consideran que se trata de un problema evidenciado no sólo en las aulas, sino en la sociedad. Y es que a las féminas, en ocasiones, “se las sigue asociando con carreras de cuidados como enfermería o farmacia”, mientras que a los varones se les relaciona con otras como robótica, informática o telecomunicaciones. Todavía son pocas las jóvenes que optan por estas salidas profesionales y será “complicado” revertirlo si la Generalitat no invierte recursos en ello.
Se necesitan recursos
“La tecnología implica dar recursos, tanto personales como económicos, algo que no hace el Govern desde hace años. Resulta más fácil poner un profesor para 30 o 35 alumnos dando una clase teórica que no crear aulas laboratorios con material, con herramientas, con ordenadores y que sean de 15 alumnos”, lamenta Mercè López ingeniera en telecomunicaciones y profesora de tecnología en institutos desde hace 25 años.
Los cambios del currículum que impulsan hacia una reformulación de las tareas globalizadoras va en detrimento de las materias científico-tecnológicas. Sin embargo, esta última siempre se ha visto afectada dada su transversalidad. “Durante muchos años se ha menospreciado la tecnología, considerándola como una asignatura donde sólo se enseñan manualidades y maquetas”, lamenta Pilar, quien explica a Crónica Global que últimamente ha optado por impartir la materia de biología porque cada vez hay menos institutos preparados para enseñar tecnología. “En muchos centros no se puede usar el taller por falta de material y presupuesto”, relata.
Desaparecen los talleres
Cuando la tecnología tenía más peso en el currículum escolar, los colegios contaban con espacios habilitados para poder enseñar los contenidos, tanto teóricos como prácticos. Sin embargo, la pandemia también ha provocado que las direcciones de los centros hayan tenido que “convertir los talleres en aulas comunes” con tal de respetar las restricciones sanitarias --los espacios entre alumnos o los grupos burbuja--. “Es la asignatura que sale peor parada porque fácilmente se puede suplir con una tarea globalizada”, lamenta Jesús Martín, portavoz de UGT en Formación Profesional, a quien le preocupa la poca presencia femenina en los grados tecnológicos.
“Si hasta ahora las mujeres se sentían poco atraídas por la tecnología y por las carreras, en la reducción de horas el fomento de su vocación está en entredicho”, explica Martín en referencia a la reducción de horas de la materia en los institutos. Pues lo cierto es que, cuantas menos horas se dediquen a algo, menos posibilidades hay de despertar una vocación necesaria para cualquier profesión.
Los expertos avisan: “Difícilmente conseguiremos un país donde se promuevan las ingenierías si no hacemos la inclusión de la mujer en este sector”. Las féminas siguen siendo, a día de hoy, un colectivo minoritario en algunas carreras universitarias. Un problema que se puede revertir si, a su vez, se dan a conocer más referentes femeninos con tal de que las jóvenes tengan un espejo donde visualizarse en un futuro.