La Audiencia Nacional ha dado luz verde a que Jordi Pujol Ferrusola perciba 1.000 euros al mes para sus gastos personales de sus ahorros. El magistrado titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Santiago Pedraz, acepta la petición de la defensa del hijo mayor del expresidente de la Generalitat y le permitirá retirar una cantidad equivalente al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de sus cuentas, que están bloqueadas por las causas judiciales que le afectan desde 2015.
Se solicitó un “desbloqueo parcial” de una cuenta bancaria concreta para poder “atender a los gastos de mantenimiento ordinarios” del encausado, tal y como constaba en el escrito presentado el pasado 25 de octubre. “La fiscalización de su vida económica, incluso en sus ámbitos más prosaicos, tales como devengo y pagos de impuestos municipales, ha sido absoluta”, añadía.
Cubrir “gastos ordinarios”
Contaba con el “apoyo económico directo y desinteresado de sus familiares más próximos para afrontar los gastos ordinarios del día a día”, una “carga cada vez más insostenible y procesalmente injustificable”. Por este motivo, apelaron a un “principio de proporcionalidad” que finalmente se ha aceptado.
Pujol Ferrusola pasó por la cárcel de Soto del Real (Madrid) de forma provisional ante las evidencias de que se habría lucrado a título individual de una actividad corrupta mantenida en el tiempo. La intermediación fraudulenta de negocios de todo tipo de perfil, según apuntan los indicios de la instrucción que ha corrido a cargo de la Audiencia Nacional. Se le acusa de usar el poder de su apellido en la Generalitat durante los mandatos de su padre y los contactos del expresidente catalán a su favor.
A la espera del juicio
El llamado caso Pujol aún no ha llegado a juicio. La instrucción concluyó hace año y medio. Con todo, el juez Pedraz aún pide documentos para incorporarlos al procedimiento y tiene varias comisiones rogatorias a Andorra abiertas, donde los Pujol habían ocultado del fisco español parte de sus ahorros.
La Fiscalía Anticorrupción pide una condena de nueve años de cárcel para el expresidente catalán, Jordi Pujol, y penas de ocho a 29 años para sus siete hijos, siendo la del primogénito la más alta de todas ellas. Se les imputan los delitos de blanqueo, fraude fiscal, asociación ilícita, falsificación de documento mercantil y frustración en la ejecución.
La esposa de Jordi Pujol, Marta Ferrusola, ha sido apartada de la causa. La demencia que sufre y su delicado estado de salud hace inviable que declare ante la sala.