El subsuelo español es rico en “tierras raras”, un grupo de 17 elementos químicos singulares como el itrio, el escandio y el lantano que están detrás de toda la tecnología puntera (informática, coches, móviles, láseres, generadores eólicos, pruebas médicas y misiles). Un tesoro millonario que no se explota por rechazo social y temor a la contaminación.
Algunos expertos advierten de que procesar este denominado oro verde para una energía, vehículos y un mundo más limpios, poluciona tanto como la energía nuclear. Un generador eólico, que creemos tan respetuoso con el medio ambiente, usa dos toneladas de “tierras raras” que provocan residuos radiactivos.
Liderazgo chino
China procesa los residuos en cementerios de Mongolia y Groenlandia. Varios organismos internacionales aseguran que ya maneja el 80% de estos recursos mundiales.
Este liderazgo amenaza los equilibrios geopolíticos y es uno de los principales frentes de su guerra comercial con otra superpotencia, EEUU.
Dependencia innecesaria
En la UE, con la legislación muy restrictiva, según el presidente del Colegio de Geólogos de España, Manuel Regueiro, no existe hoy un solo yacimiento en explotación. En España hay una decena de proyectos paralizados por la agenda verde del Gobierno, las Comunidades Autónomas y la ofensiva ecologista.
Según la patronal de la minería, Confedem, se pierde una enorme riqueza natural. España importa 550 toneladas al año de estos minerales, “una dependencia innecesaria” que, además, “hace perder inversión privada y miles de empleos.
Rechazo socialista
El campo de Montiel (Ciudad Real) tiene la principal reserva de monacita, una roca que contiene neodimio y praseodimio.
La compañía australiana Quantum la detectó y puso en marcha el llamado proyecto Matamulas. Pero el Gobierno de García-Page denegó en 2017 la explotación, con el apoyo de Podemos y grupos ecologistas, por la alarma social, su impacto ambiental negativo, excesivo consumo de agua y afecciones a la fauna y la flora.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha respaldó al presidente socialista. El proyecto sigue paralizado, a la espera del recurso de casación del Tribunal Supremo, que ya ha fijado sala. O del retorno de un Ejecutivo del PP, que lo apoyaba.
El Colegio de Geólogos de España le calcula su potencial de 140.000 toneladas, con una producción anual equivaldría a un tercio de lo que necesita Europa.
Coltán galaico
El segundo proyecto bloqueado está en Pontevedra. El grupo de inversión Umbono obtuvo un permiso de tres años para estudiar las posibilidades que tenían los yacimientos del monte Galiñeiro. Terminó renunciando ante el rechazo de colectivos y autoridades locales. Según estimaciones del Instituto Geológico Minero (IGME), podría producir 2.800 toneladas al año.
EI Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM) ha certificado que la mina de Penouta en Viana do Bolo (Ourense) contiene niobio y tántalo, dos compuestos del coltán, material más valorado para la fabricación de móviles. Su adquisición está ligada en otros lugares del mundo a la explotación infantil y a conflictos bélicos.
Hasta en Perejil
Un equipo de nueve investigadores de las Universidades de Las Palmas, Barcelona, La Laguna y Córdoba publica en la revista Journal of Geochemichal Exploration una estimación de la “gran reserva” de “tierras raras” en Gran Canaria en un tipo de rocas volcánicas formadas hace entre 14,1 y 7,3 millones de años, tras emerger la isla del océano Atlántico.
Otras islas, terrenos y mares en litigio con Marruecos como el famoso islote Perejil están salpicados de posibles manantiales. Pero los planes para aprovecharlos están en punto muerto.
Lantano y cerio en Salamanca
Un estudio de la Universidad de Salamanca asegura que existen proporciones significativas de lantano y cerio en la zona minera Domo del Tormes, en la frontera con Zamora.
En el norte de España, alrededor de los Picos de Europa, también se almacena oro, tántalo, estaño y cobalto.
Pocas empresas realizan investigaciones por la maraña legislativa, costosas inversiones y presión social. Temen el ataque sobre todo de Ecologistas en Acción, con sección específica sobre esta minería.
‘Electrolineras’ en el aire
Proyectos como dos minas de litio, fundamental para las baterías de los coches eléctricos, proyectadas en Cáceres, encuentran problemas administrativos, burocráticos y medioambientales del Gobierno central y el extremeño.
Cataluña, Aragón, la Comunidad Valenciana y Extremadura se pelean por atraer a sus territorios estas megafactorías de electrolineras, con millonarias inversiones y centenares de empleos.
Revolución paradójica
Las “tierras raras” están en el centro de la paradoja de la sostenibilidad. La revolución verde, la descarbonización y la reducción de la contaminación en ciudades dependen del fomento de esta nueva minería. El pulso entre ecologistas y mineros determinará dónde se ubican las extracciones.
Muchas tecnologías verdes dependen de estos preciados metales. Por ejemplo, un coche de “cero emisiones” necesita un kilo de neodimio para el motor y 10 de estas tierras para baterías recargables.
Parece que no podemos tener una sociedad cada vez más hiperconectada y limpia en emisiones sin un coste. “Es contradictorio decir que quieres coches eléctricos pero no una mina de 'tierras raras' al lado de tu casa”, defiende el divulgador científico Miguel Tena. Una pesadilla, ecológica si se quiere.