Tres meses para anunciar la ubicación de la fábrica de baterías
La crisis de los semiconductores impacta de forma destacada a la industria automovilística europea y ha empujado a empresas como Seat a los Expedientes de Regulación Temporales de Empleo (ERTE) para hacer frente a la escasez de estos codiciados elementos, básicos para la industria del motor. El sector está en pleno proceso de cambio de paradigma con la puesta en el mercado de forma masiva de los coches eléctricos y necesita un ecosistema de proveedores que le expongan menos a problemas en la cadena de suministros como ocurre en la actualidad.
Es tan necesario una ampliación de la red de electrolineras como mejorar la fabricación de baterías para que los vehículos enchufables sean una realidad. El Gobierno ha planeado usar parte de los fondos europeos que llegarán a España para dotar al país de una factoría de estas características. Falta definir dónde se ubicará, ya que tal y como reconoce un alto cargo del Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos, “16 comunidades se quejarán y una será la agraciada, pero debemos tomar la decisión porque no se puede ralentizar”.
El Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez es consciente de que no puede perder más tiempo en las discrepancias locales y avanza que tomará una decisión “en breve”. “Antes de finales de año se conocerá la ubicación de la fábrica de baterías eléctricas española”, añade el mismo interlocutor. Cataluña, Extremadura, Galicia, Valencia, Aragón y Castilla y León son los territorios que se han postulado de forma más clara para albergar esta nueva industria, que dinamizará el resto de tejido local con los negocios auxiliares.
Solo una Comunidad Autónoma será la agraciada. La polémica está servida.