El Covid-19 comenzó a retroceder en Cataluña hace un par de semanas tras una Navidad marcada por los numerosos contagios que dieron lugar a la sexta ola, que llegó por la aparición de la variante ómicron. Los constantes récords de casos diarios por la elevada transmisibilidad de esta cepa volvieron a disparar todos los indicadores epidemiológicos, por lo que se aceleró la vacunación con la dosis de refuerzo para tratar de frenarla. No obstante, con la bajada de la incidencia del virus de estos días, también se han reducido las vacunas inoculadas. El epidemiólogo Quique Bassat, del ISGlobal, atribuye esta situación a una relajación de la población.
--Pregunta: ¿En qué momento de la pandemia estamos?
--Respuesta: Llevamos muchos días lanzando mensajes de optimismo y la gente piensa que ya estamos ante el final de la pandemia, pero este es el fin de la sexta ola, no del Covid.
Un 42,41% pinchazos menos esta semana
Según los últimos datos actualizados por la Consejería de Salud, en los últimos siete días se han administrado 69.989 dosis –tanto de primera, como de segunda o tercera– frente a las 99.669 de la semana anterior, lo que supone una bajada del 42,41%.
--¿A qué atribuye el descenso de la vacunación?
--Esto es esperable porque, cuando escuchábamos a diario lo mal que estábamos, la gente que quedaba por vacunar lo hacía por miedo, pero ahora que esto ya no ocurre es normal que baje el ritmo de inmunización.
También cabe destacar que la cobertura vacunal es muy alta –un 78,3% de los catalanes tiene la pauta completa–, por lo que no es de extrañar que cada vez haya menos primeros y segundos pinchazos. Asimismo, si se analizan solamente las dosis de refuerzo, también existe un descenso notable, pues esta semana se han administrado un 36,4% menos que la anterior.
--¿Le hemos perdido el respeto al virus?
--La gente ha dejado de ver las vacunas como una forma de prevención porque han visto que se pueden infectar igual. Muchos creen que forma parte del pasado y que ya no hay que hacer nada más, y ha llegado un punto en el que nos da un poco igual que haya contagios mientras estos no sean graves. Pero hay que recordar que los no inmunizados siguen en riesgo y no se libran de la muerte si se infectan.
No obstante, Bassat destaca otro factor a tener en cuenta en este momento, que es la gran cantidad de contagios que hubo por ómicron durante la sexta ola. Estos deben esperar al menos cuatro semanas desde que dieron positivo para recibirla, aunque Salut recomienda hacerlo a los cinco meses de haber superado el virus, por lo que miles de personas aún no pueden.
En todo caso, lamenta que esta situación de transición implica que muchos no se pongan la tercera dosis, decidan no vacunar a sus hijos o incluso dejen de seguir las medidas de prevención.
--Por lo tanto, ¿hay riesgo de repunte?
--Estamos viendo subvariantes de ómicron que perfectamente podrían causar un repunte, aunque cuesta imaginarse una situación tan mala como la de Navidad, pero todo es posible.
--Hay países como Dinamarca e Irlanda que han retirado todas las restricciones de golpe. ¿Le parece acertado?
--Me parece un poco temerario, ya que sería mejor empezar con los grupos menos vulnerables y, si hay buenos resultados, ir quitando medidas progresivamente.
--En Cataluña se acaban las cuarentenas en los colegios.
--Es un buen colectivo para testar el cambio de estrategia porque sus riesgos son mínimos y, si se produce un repunte, sabemos que no se saturarán las ucis.
Aun así, Bassat, también pediatra, recuerda la importancia de que los niños de 5 años o más continúen vacunándose, ya que son el grupo con menor cobertura al haber sido el último en abrirse. Defiende, pues, un inicio progresivo del levantamiento de las restricciones que continúan vigentes para prevenir el Covid. “La pandemia aún no ha terminado, pero se empiezan a dar las circunstancias epidemiológicas para comenzar a relajar medidas porque avanzamos hacia su normalización”, concluye.