El ministerio público reclama cinco años de prisión para dos jóvenes que presuntamente lanzaron botellas contra furgonetas policiales durante los disturbios que ocurrieron el 18 de diciembre del 2019 en los alrededores del Camp Nou tras una convocatoria de Tsunami Democràtic ante el clásico entre el Barcelona y el Madrid.

En el juicio, que se ha desarrollado este jueves en la Audiencia de Barcelona y ha quedado visto para sentencia, el ministerio público ha elevado en un año la pena de cuatro años de cárcel que pedía inicialmente, acusando a ambos jóvenes de un presunto delito de atentado.

Un policía herido leve

Según detalla la Fiscalía en su escrito provisional, los jóvenes formaban parte de un grupo de personas que, hacia las 23:10 horas del día de la protesta, movieron contenedores para cerrar la avenida Gran Via de Carles III, cercana al estadio, arrojando botellas de cristal a furgonetas policiales.

Tras ello, agentes de la Policía Nacional salieron a la carrera detrás de los jóvenes y, en la huida, uno de los acusados le lanzó a un agente una botella de cristal; al final, los detuvieron a los dos, concluye la Fiscalía, y un policía nacional resultó herido leve con un esguince en un tobillo.

Los acusados lo niegan

Por su parte, ambos acusados, que viven en la provincia de Tarragona, han negado en el juicio haber lanzado ninguna botella ni haber participado en las protestas organizadas por Tsunami Democràtic en el Camp Nou en contra de la sentencia del procés, y han declarado haber ido a Barcelona porque querían ver el partido entre el Madrid y el Barcelona.

No tenían entradas, han detallado, porque pretendían comprarlas en la reventa del exterior del Camp Nou, pero, al no conseguir ninguna, decidieron ver el encuentro desde un bar cercano al estadio.

Durante el partido, los jóvenes han narrado que en el exterior hubo disturbios, con barricadas y cargas policiales, y que los dueños del bar incluso tuvieron que cerrar la puerta por la violencia que había en la calle, quedando los acusados dentro del local.

Hacia las 23:00 horas, apuntan los dos jóvenes, salieron del bar para coger el metro en la avenida Diagonal y volver a donde habían aparcado el coche, en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

Detención

En el camino, relatan los acusados, un grupo de hombres vestidos de negro los empezó a seguir, gritándoles e insultándoles, por lo que ellos intentaron huir al ver en peligro su seguridad e integridad física.

Esos hombres resultaron ser policías nacionales de paisano que, según han remarcado los acusados, hasta detenerlos no se identificaron como agentes en ningún momento.

En la huida, han concluido los acusados, los policías nacionales detuvieron a uno de los jóvenes a los pocos metros, y el segundo, que corrió un par de centenares de metros antes de ser alcanzado, le lanzó un paquete de pañuelos al agente que lo perseguía porque, apunta, era el único objeto que tenía a mano.

Dos agentes que acudieron de paisano a las protestas de Tsunami Democràtic en el Camp Nou, que han declarado en el juicio como testigos, dicen reconocer a los acusados como autores del lanzamiento de botellas en la avenida Gran Via de Carles III.

Los jóvenes, en cambio, defienden que el color de las mochilas que llevaban no coincide con la descripción que hacen los agentes de la indumentaria de los presuntos autores de los hechos.