"Mi médico no me da los resultados de la biopsia porque le hablé en castellano". Esta es la denuncia de R.A., una vecina de Barcelona de origen malagueño que está librando una cruzada para acceder al informe de la extirpación de un "bulto". Asegura que no lo puede hacer porque su facultativo se niega tras el enfrentamiento que mantuvieron por utilizar el español. El galeno lo niega y admite "hablarle solo en catalán a la paciente porque lleva ocho años en Cataluña".
R. atiende a Crónica Global en Barcelona. La ciudadana acude "confundida", pues "ya no sabe qué más hacer". Ha reclamando a su mutua sanitaria, Asisa, ha denunciado al CatSalut, se ha informado a los Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana, y se ha dirigido a los Colegios de Médicos de Barcelona y Madrid. Todo ese periplo porque su médico "no le entrega el resultado de una operación de extirpación de un bulto tras pedírselo en castellano".
"Me hablaba solo en catalán"
La paciente, que vive en Barcelona con su pareja, no da crédito a lo que le ha ocurrido. Se trasladó de Málaga a Barcelona por trabajo recientemente, "no hace ocho años como dice el médico. Si quiere le enseño el contrato". Llegó a la capital catalana con "un bulto", y quiso examinárselo. Para ello, acudió a la cartera de médicos de Asisa, su mutua. Fue derivada a la consulta del doctor Manuel Romaní Olivé, en la Gran Vía de Barcelona.
"Todo iba bien hasta que entré en su consulta. Me examinó y se dirigió a mi en catalán; no quiso cambiar de lengua, pese a que se lo pedí para entender lo que me pasaba. Pero como necesitaba operarme, no protesté y transigí. Me envió el consentimiento médico y mis derechos solo en catalán, sabiendo que soy de Málaga y que era una intervención importante", explica. En efecto, en la documentación aportada a este medio, el sanitario indica una "extirpación de elemento maligno"
"Me trató con odio"
Sea como fuere, R. fue operada en Barcelona bajo la tutela del doctor Romaní a principios de 2022. La operación "fue bien, el médico jamás cambió de lengua". "Fueron las enfermeras y el otro personal quienes me hablaron en español. Era cómico, porque entre ellos se entendían en catalán mientras me intervenían, pero cambiaban al castellano para explicármelo todo cuando el doctor salía del quirófano. Fue un show".
Pese a ello, la cirugía fue bien. R. se recuperó favorablemente, pues su quiste no era maligno, como se sospechaba. Pero a la mujer le esperaba otro vía crucis en la visita posterior. "Cuando acudí para el seguimiento, el doctor Romaní volvió a atenderme en catalán. Yo le pedí, de nuevo, que me lo explicara todo en castellano, pero se negó", aclara. "Me trató con odio, me dijo que era de fuera y que él no tenía que cambiar de lengua, como no tendría que haberlo hecho si yo fuera de Londres. Pero soy española, como él, no británica", asevera la denunciante.
Reclamaciones
La visita acabó con la paciente saliendo airada de la consulta y sin los resultados de la operación que tanto le había preocupado. Tras ello, acudió a los Mossos d'Esquadra y a la Guardia Urbana, que la derivaron a la justicia ordinaria. R decidió no hacerlo, pero sí interpuso reclamaciones ante el Servicio Catalán de Salud (CatSalut), Asisa, que es su mutua. Y también a los Colegios de Médicos de Madrid y Barcelona. "El primero me dijo que no era competente por ser de otra autonomía. El segundo, el de Barcelona, me contestó solo en catalán", precisa.
Por su parte, Asisa se ha "disculpado" con la cliente, aunque ha dejado claro a este medio que la actuación del médico "queda fuera de su competencia". Sí ha subrayado que la política de la empresa es "fomentar el bilingüismo" con los 40.000 facultativos con los que trabaja. Sea como fuere, R. acudió desesperada la Asociación El Defensor del Paciente, que ha alertado a fiscalía del caso. Ya en conversación con este medio, se confiesa "turbada, confundida", por haber tenido un encontronazo "en una ciudad que ama, sobre todo, por sus gentes". Pide, no obstante, "que se examine su caso y se tomen medidas contra el doctor si es necesario".
El médico: "Me limité a hablarle en catalán"
Contactado por Crónica Global, el doctor Romaní niega tajantemente que hubiera "odio" en su consulta. "Lo que hice fue limitarme a hablarle en catalán a la paciente, porque lleva ocho años en Cataluña", asegura. "Me chocó que fuera incapaz de entenderme, y le dije que le hablaría lentamente. No aceptó", ha lamentado. "Su operación no fue grave, era un simple quiste de agua, sin sustancia. No era grave. Le describí lentamente la cicatriu (por cicatriz en castellano) y dijo que no me entendía", se queja.
El facultativo rechaza la "xenofobia" que denuncia R. y asegura que "él podía decir lo mismo que ella". "Yo no quiero ir contra nadie, pero solo le argumenté que yo no hablaría en castellano", agrega. ¿No tiene la obligación si el paciente no le entiende? "No, no tengo la obligación", resume. Rechaza "no haber entregado los resultados", como sostiene la denunciante, y subraya que "le dio un informe postoperatorio firmado por él mismo".
CatSalut lo tramita
Preguntado por la cuestión, el Departamento catalán de Salud no ha respondido a este medio. En una nota emitida a R. que ha visto Crónica Global, el CatSalut informa a la denunciante que ha pasado su queja a la Dirección General de Ordenación y Regulación Sanitaria (DGORS). Asisa, por su parte, "espera respuesta del profesional para resolver su reclamación", y dirige a la afectada al colegio médico, algo que ésta ya ha hecho.
Desde El Defensor del Paciente, su presidenta, Carmen Flores, se ha dirigido a la Fiscalía Superior de Cataluña lamentando que "se pongan las lenguas por encima de la asistencia sanitaria". La asociación civil se queja del presunto "odio" que detecta en el caso y pide atajar las conductas "poco profesionales".