Pocos lectores no recordarán el "Relaxing cup of Café" de la entonces alcaldesa de Madrid, Ana Botella, allá por el año 2013. Las redes sociales se llenaron de risas y memes por el cuestionable nivel de inglés de la política del Partido Popular. Sin embargo, lo cierto es que pocos en nuestro país pueden tirar la primera piedra.
El nivel de inglés en España ocupa una más que discreta 33ª posición (un descafeinado nivel medio) dentro del EF EPI 2021, el ranking mundial de inglés que evalúa, entre más de dos millones de persones de 122 países, su compresión auditiva y lectora. En esta lista, encabezada por Países Bajos, nueve de las diez primeras posiciones son para países europeos. De hecho, uno de nuestros países vecinos, Portugal, ha logrado la quinta posición. ¿Por qué pasa esto? ¿Por qué fracasa de esta forma nuestro sistema educativo?
Fallo del sistema educativo
“Parece evidente que el sistema educativo, en cuanto a inglés se refiere, no funciona adecuadamente si lo valoramos respecto a la capacidad de un alumno para desenvolverse en inglés con una persona extranjera de habla no española- da igual la procedencia- al terminar sus estudios de bachillerato, es decir, después de haber estudiado inglés durante 12 años. Y lo podemos ampliar incluso más, ya que sucede al terminar una carrera o ciclo formativo. Creo que esta reflexión simple es un baremo coherente para entender que algo no funciona en el sistema educativo”, piensa Marcos Arias Rodríguez, profesor de inglés y cofundador de Active Projects, un centro de inglés ubicado en Nigrán (Pontevedra) con diferentes líneas de formación.
Pese a que, desde el prestigioso Colegio Ingenio, centro no bilingüe situado en Aravaca (Madrid), señalan un claro aumento del nivel de inglés de los españoles en las últimas décadas, “sí es cierto que en otros países se adquiere un nivel alto en menos tiempo. En general, se trata de países con lenguas germánicas, emparentadas con el inglés, las cuales comparten más vocabulario y cultura. O países en los que hay menos población y la importancia de su idioma es menor, por ello existe una necesidad práctica de aprender otras lenguas. Si tenemos en cuenta que el español es una de las tres lenguas con más hablantes en el mundo, dicha necesidad se vuelve menor. Tampoco los anglosajones se caracterizan por dominar muchas lenguas”.
Estudiar sólo para aprobar
Sin embargo, pese a los esfuerzos, aun impartiendo clases en inglés desde los 3 años, muchos llegan a la etapa laboral sin saber defenderse en este idioma en una reunión de trabajo. “Ha pasado en nuestra generación y sigue pasando ahora. Es evidente que la enseñanza de inglés, en este caso, no se está haciendo con el objetivo de por lo menos poder ‘defendernos’ y comunicarnos mínimamente en ese idioma al término de la enseñanza secundaria. Está enfocado a conseguir unos objetivos de conocimiento que se establecen y a aprobar exámenes. Pero, tristemente, enseñarlo y aprenderlo de la forma que se hace en general hoy en día no garantiza poder comunicarse, simplemente garantiza aprobar exámenes”, lamenta el profesor de inglés Marcos Arias.
En la misma línea se pronuncia Jorge Moreno, CEO y cofundador de Twenix, un novedoso sistema de sistema de aprendizaje de inglés para empresas. “Desde pequeños nos han enseñado que teníamos que prepararnos para aprobar un examen de Cambridge. ¿Para qué? No nos han preparado para el mundo real, nos han preparado para describir una foto durante 5’ delante de un examinador o para respuestas predeterminadas, como bien sabemos en exámenes obligatorios. Nos han enseñado que teníamos que aprender vocabulario que nunca íbamos a utilizar siguiendo un libro. Al fin y al cabo, este problema viene de más arriba. No es entendible que para aprobar la carrera tengamos que aprobar un B1 y ya hemos cumplido nuestro objetivo. El mensaje que se le transmite a los universitarios es que deben aprobar ese examen y no el de la importancia de aprender inglés y por qué puede ser útil en el futuro”, considera Moreno.
Falta más expresión oral
Desde el Colegio Ingenio apuntan como razón del fracaso educativo “a que bastantes profesores españoles no poseen un nivel de excelencia, y su entonación y pronunciación no es demasiado buena. También que se centra más la enseñanza en la adquisición de vocabulario de ciencias y geografía y no se trabaja tanto la expresión oral de situaciones ordinarias”.
Otro obstáculo es la pronunciación. “El idioma español se caracteriza por tener un espectro sonoro reducido, con pocas frecuencias altas asociadas a choques o combinaciones consonánticas que sí son habituales por ejemplo en las lenguas eslavas. Por otra parte, tenemos pocas vocales, y estas son muy abiertas. En otras lenguas, en particular en inglés, las vocales son más numerosas, y sin un entrenamiento adecuando resulta difícil distinguirlas. Ello requiere un buen desarrollo de un oído musical, o el aprendizaje a edades muy tempranas de la pronunciación nativa, aprovechando la mayor memoria auditiva en la infancia”, añaden desde el mismo centro.
Extraescolares: ¿una buena opción?
Sabedores de la importancia de dominar un idioma extranjero y alertados muchos por su propio déficit de fluidez en inglés, muchos padres, sin opción de inscribir a sus hijos en colegios bilingües por ser la mayoría de pago, apuestan por las extraescolares para que adquieran un mayor dominio de este idioma extranjero. No es, sin embargo, la mejor opción, o, mejor dicho, que sea la mejor opción depende del enfoque que le quieran dar los propios progenitores. Así lo creen desde Active Projects.
“Desde la experiencia que tenemos y lo que percibimos en nuestro centro escolar, el enfoque que dan los padres de inglés extraescolar dentro del propio centro escolar tiene que ver más con la conciliación familiar que con el objetivo de que aprendan realmente. Intentan meterles en todas las actividades posibles para que el niño se divierta y entretenga hasta que ellos puedan recogerles. Lo asocian con algo para pasar el rato. No hay control del aprendizaje de los alumnos y casi todo vale”, sostiene el profesor Marcos Arias.
'Nannies' nativas
Pero hay otras fórmulas de aprendizaje que pueden llegar a ser más efectivas. La empresa de servicio doméstico Nanas & Co ofrece la contratación de nannies con un nivel de inglés nativo o lo suficientemente alto como para reforzar el nivel de inglés de los pequeños. Los recoge del colegio, los ayuda con las tareas, juega con ellos. Es, sin duda, una muy buena oportunidad para mejorar el nivel en otro idioma de manera más natural, sin necesidad de clases particulares o academias, donde quizás la implicación con el niño es menor”, proponen Laura González y Susana Conejo, cofundadoras de Nanas & Co.
Campamentos de verano y estancias en el extranjero
En el centro de formación en inglés Active Projects también gestionan, además de extraescolares en inglés, campamentos de verano y estancias en el extranjero (Manchester, Londres, Oxford y Vancouver). “Cualquiera de las dos opciones es muy recomendable, porque promueve que el alumno siga en contacto con la lengua en los 3 meses de vacaciones, algo que la formación reglada no le ofrece, y porque la enseñanza-aprendizaje se hace de una forma más relajada y mucho más aplicada a objetivos reales de comunicación, cuando están bien trabajados por parte de las empresas que imparten los campamentos y por parte de la empresa que gestiona las estancias. Me parece importante remarcar esto. La it de estas empresas es fundamental para conseguir el objetivo real de que sea en inglés y no meramente un gasta-cuartos o un pasatiempo que lleva el nombre de: "se hace en inglés", pero realmente eso no implica que los niños aprendan inglés”, subraya el cofundador de Active Projects, Marcos Arias.
Sobre la edad idónea para enviar a los niños al extranjero a aprender inglés, Arias indica que “estos programas se ofrecen a partir de los 11-12 años debido a regulaciones de seguridad. Y si el programa está bien trabajado por parte de la empresa organizadora y el alumno tiene la madurez suficiente, a partir de los 12 años es una buena edad”, explica.
Rápida mejoría del speaking
En cuanto a los resultados que ofrecen las estancias en el extranjero, “se nota la mejoría del alumno en la segunda semana de la estancia. Es espectacular lo que llegan a conseguir en poco tiempo y los resultados tan diferentes que se obtienen comparados con las notas del colegio: alumnos que han aprobado selectividad y a los que les cuesta expresarse; alumnos que no han aprobado la asignatura o lo han hecho con un 5 y en la estancia se desenvuelven perfectamente y aprenden y utilizan el inglés; alumnos de 12 años que muestran un aprendizaje brutal día a día, etc. Lo que suele ser general en cuanto a las estancias y el mayor progreso que se aprecia obviamente es en el inglés hablado (Speaking). Podemos decir que un 80% de los participantes se van de España con una autoestima por los suelos por su “inglés hablado” y en unos días su percepción cambia completamente”, confirma Arias.
“Que en dos semanas fuera los alumnos aprendan más inglés que en toda su etapa escolar es reflejo de que algo no se está haciendo bien en la enseñanza obligatoria. El objetivo y el método de la enseñanza obligatoria española en el currículum no está alineado con la realidad final para la que se necesita el idioma. Hay que modificarlo si queremos que nuestros alumnos tengan alguna posibilidad a la hora de competir en un mercado laboral con sus iguales de otros países”, concluye este profesor.