El lunes 10 de enero es el día en que los niños deberán volver a las escuelas tras el parón navideño. Eso será así en Cataluña siempre y cuando el Govern no dé marcha atrás y alargue las vacaciones de Navidad por el crecimiento de la sexta ola de Covid, motivo por el que sí ha endurecido las restricciones en algunos sectores y ha aplicado el toque de queda en aquellos municipios con más de 10.000 habitantes y una incidencia acumulada de 250 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días. En otras comunidades, como Madrid, ya estudian el retraso del regreso a las clases por la evolución de ómicron.
La fecha de reencuentro entre profesores y alumnos ha propiciado un debate en el ámbito educativo. Como ha podido comprobar Crónica Global, docentes y padres están en posiciones muy alejadas.
Prolongar las vacaciones si empeoran los datos
Los profesores opinan que la vuelta al colegio se debe hacer “con seguridad”, por lo que esperan que el Govern rectifique y prolongue las vacaciones de los alumnos en caso de que los datos epidemiológicos no mejoren.
Por ejemplo, Lorena Martínez, representante de educación en UGT, preferiría no tener que retrasar la vuelta al colegio, pero dice que acatará lo que digan desde la Consejería de Salud: “La situación está peor que nunca; todo sea por la no propagación del virus”. En la misma línea se pronuncian desde CCOO: “Queremos presencialidad, pero que sea segura”, dice su portavoz, quien exige a la Generalitat que “reduzca las ratios e instale sistemas de ventilación mecánica en los centros”. Ambos supeditan la vuelta a clase a los datos de los próximos días.
"Volver a la normalidad"
La portavoz de la Unió Sindical dels Treballadors d'Ensenyament de Catalunya (Ustec), Iolanda Segura, defiende que el retraso de la vuelta al colegio es una medida que “debería estar encima de la mesa”, sobre todo si la evolución de la pandemia va a peor. Denuncia la situación en la que se encuentran los profesores, a quienes, dice, el Govern “maltrata” al no implementar más medidas de protección.
En el lado contrario, la directora de las Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Cataluña (Affac), Lidón Gasull, se muestra más tajante. Piensa que "los colegios tienen que abrir el día 10 de enero como está previsto porque los niños deben volver a la normalidad”.
Las dificultades para conciliar
La opinión de Gasull es la que comparten la mayoría de los padres consultados por este medio. Consideran que “sería difícil conciliar la vida familiar y laboral” y defienden que el colegio es "un entorno más seguro que lo que hay fuera". “Todos tenemos que ser responsables para que nuestros hijos lleven una vida lo más normal posible y puedan hacer su rutina diaria, para que no sufran más las consecuencias de esta pandemia que tanto les ha quitado ya”, explica una madre.
Un padre, por otra parte, reconoce que “el 10 de enero estaremos en el pico de contagios de las fiestas”, aunque avisa de que los pequeños, “si no se contagian en el colegio, lo harán en otro sitio”.
"Se quedarán con los abuelos, personas de riesgo"
Por último, una madre de un niño confinado porque en su clase había un compañero positivo en Covid advierte de que “el problema de alargar las vacaciones es que la mayoría de menores se quedarán con los abuelos” porque sus padres tienen que ir a trabajar. Así, será más arriesgado porque "una persona del colectivo de riesgo tendrá que cuidar de otra del colectivo con más incidencia".
Pase lo que pase hasta el día 10, y con unos contagios nunca vistos en Cataluña hasta la fecha, por ahora se mantiene el primer lunes después de Reyes como el del regreso, tal y como han afirmado en los últimos días el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y los consejeros de Universidades (Gemma Geis) y Salud (Josep Maria Argimon), en este caso por lo que respecta también a la educación universitaria.