Los investigadores podrían estar más cerca que nunca de resolver el caso de Helena Jubany, asesinada en 2001. Tras el último revés para la familia, después de que la instructora del Juzgado número dos de Sabadell desestimara su petición de imputar a tres sospechosos al entender que sobre ellos no había suficientes “indicios de criminalidad”, la Policía Nacional ha solicitado este lunes una nueva pericial sobre los ficheros encontrados en el ordenador personal de la joven.

En concreto, los peritos de la Policía Nacional han solicitado a la jueza que instruye la causa que les de autorización para requerir a la Universitat Oberta de Cataluña (UOC), en la que estudiaba Helena Jubany, que aporte los servidores de los correos electrónicos utilizados por los alumnos en 2001. 

El chat, clave para la resolución del crimen

En el escrito presentado ante la jueza los peritos han solicitado también que “a la mayor brevedad posible” se autorice una petición a la empresa IRC Hispano, propietaria del chat por el que Helena fue acosada días antes de su muerte, para que haga entrega de toda la información de la que disponga sobre las comunicaciones de la fallecida. En concreto, los agentes solicitarán los datos de registro (nombre, apellidos, correo electrónico y teléfono) que el usuario rius_kant facilitó a la compañía para chatear con varios “nicknames o alias” durante las fechas en las que Jubany fue acosada.

En la misma línea, los investigadores solicitarán también, si reciben el beneplácito de la jueza, todos los datos técnicos de los que todavía disponga la compañía IRC: la relación de las direcciones IP de conexión y todos los datos asociados a los usuarios rius_canw, rius_cant, rius_kant, friulin, firuin y gollum.

Búsqueda por palablas

A tres meses de que prescriba el crimen, los peritos de la Policía Nacional buscarán en los archivos de la joven fallecida cualquier término que pueda estar relacionado con los hechos que son objeto de la investigación, es decir, búsquedas que la víctima pudo realizar en referencia a los manuscritos anónimos recibidos, a las actividades realizadas durante los días inmediatamente anteriores a su muerte o sobre el lugar en el que fue descubierto su cuerpo.