El aborto sigue siendo un tabú en nuestro país pese a que miles de mujeres pasan por ello cada mes. Aproximadamente un 15% de las embarazadas menores de 35 años pierde el bebé en el primer trimestre de embarazo, es decir, antes de la semana 12. Sin embargo, no hablan de ello con nadie, más allá de la pareja, pues la mayoría ni siquiera había hablado del embarazo con su entorno inmediato por miedo a sufrir un aborto y tener que dar explicaciones al respecto.
“La tasa de aborto espontáneo aumenta conforme lo hace la edad materna. Cuando la mujer tiene entre 35 años y 40 años, el porcentaje de aborto en el primer trimestre de la gestación es del 25%. En mujeres de 40 a 45 años, el este porcentaje aumenta al 50%. Las mujeres de más de 45 años sólo tienen un 7% de probabilidades de tener un embarazo a término. Teniendo en cuenta que la edad media de las mujeres para tener su primer hijo es actualmente de 32 años, verás que el tema del aborto está a la orden del día”, detalla la embrióloga Antonia González, de Onêt Fertilidad.
Razones
“Las semanas de mayor riesgo de interrupción espontánea del embarazo son las primeras, una vez el embrión mide más de 10mm las probabilidades bajan, y, si lo miramos en semanas, la nueve es una frontera importante. Una vez superada esta semana, las probabilidades de aborto caen al 3%.”, añade González.
Pero ¿por qué se dan estos abortos tempranos? ¿Cuál es la causa que impide a estos bebés salir adelante? Algunos de los motivos que podrían estar asociados a los abortos de primer trimestre son “causas infecciosas; enfermedades maternas como trombofilias (alteraciones en los procesos de coagulación de la sangre): o patologías endocrinológicas (hipotiroidismo, por ejemplo), malformaciones uterinas, endometriosis. El síndrome de ovario poliquístico (SOP) también predispone a la mujer a una mayor tasa de abortos. De hecho, las mujeres con SOP tienen un 70% de probabilidad de desarrollar resistencia a la insulina (RI). Esto, si no se trata, puede desembocar en abortos”, señala Antonia González.
El principal, alteraciones
“En consulta cada vez detectamos más casos con alteraciones inmunológicas. Entre los casos de abortos por estas causas, nos encontramos la incompatibilidad inmunológica entre el hombre, la mujer y el embrión. Se puede producir un rechazo por parte del útero al embrión porque la información inmunológica del mismo no es compatible con él, lo que provoca fallos de implantación, pero también abortos y complicaciones en la gestación”, explica esta embrióloga.
“En la gran mayoría de casos -más del 60%- los abortos ocurren por alteraciones cromosómicas en el embrión. Es decir, el número de cromosomas del embrión no es correcto y él mismo detiene su proceso de crecimiento”, sostienen desde Onêt Fertilidad.
La madre no es culpable
“Es, por tanto, la genética, uno de los factores más importantes de causa de aborto. En la mayoría de los casos sucede por la edad, tanto la materna como la paterna. Como cada vez tenemos más información sobre la fertilidad masculina, sabemos que el material genético del progenitor también puede provocar abortos. En el hombre, a mayor edad, mayor fragmentación de ADN espermático y es por esto por lo que aumenta la tasa de aborto también con la edad paterna”, advierte la embrióloga Antonia González.
“El mensaje importante que hay que extraer de estos datos es que, cuando el embarazo se detiene en el primer trimestre, no es por ninguna causa atribuible a la conducta de la madre. Así que fuera ese sentimiento de culpabilidad. Lo más frecuente es que se deba a una alteración cromosómica sobre la que la madre no tiene ninguna capacidad de influir”, concluye González.