Endometriosis, la enfermedad que te puede impedir tener hijos

Una de estas mujeres es la catalana Carolina García. Con 15 años fue diagnosticada de endometriosis. Sin embargo, a penas le dio importancia. Quién le iba a decir que poco más de una década después iba a encontrarse de frente con una montaña rocosa y empinada que iba a ponerle muy difícil convertirse en mamá.

Un problema silenciado

“Cuando la doctora, en plena adolescencia y tras una resonancia, me dijo que tenía endometriosis, no le di mayor importancia. Veía muy lejana la etapa de ser madre y ni siquiera tenía menstruaciones abundantes ni excesivamente dolorosas, no fue algo que afectara en ese momento a mi vida. Lo difícil vino más de una década después”, explica García, técnico de laboratorio en una conocida clínica catalana.

Fue en el momento de intentar quedarse embarazada cuando se dieron cuenta de las dimensiones del problema que durante tantos años había permanecido silenciado. “Aunque no tenía reglas demasiado dolorosas, sí que llevaba tiempo con dolor de estómago. Pero, claro, jamás pensé que pudiese ser consecuencia de la endometriosis. Cuando me quise quedar embarazada y vi que no lo lograba, acudí a mi ginecólogo, me hicieron una resonancia y descubrieron que tenía adherencias en el intestino y en las trompas de Falopio. También había algún foco de endometriosis en el ovario izquierdo, así que decidieron recortarme 18 centímetros de intestino y quitarme las trompas de Falopio. Ahora ya era imposible quedarme embarazada de forma natural, por lo que tuve que recurrir a la Fecundación in Vitro (FIV)”, relata García.

Una mujer afectada por endometriosis / EP

Infertilidad por una suma de complicaciones

La ginecóloga Miriam Al Adib Mendiri aporta algo de luz sobre las causas que pueden llevar a una mujer con endometriosis a la infertilidad. “Es importante destacar que no todas las mujeres con endometriosis tienen o tendrán problemas para quedarse embarazadas. Sin embargo, la infertilidad se puede deber a varias causas y a veces éstas se combinan entre sí. Una de las causas es que la endometriosis haya producido tejidos cicatriciales que distorsionen las trompas y queden obstruidas. Si las trompas no son permeables no puede haber embarazos.

Otro de los motivos es que haya demasiado estrés oxidativo, esta inflamación puede bajar la calidad de los ovocitos. También se puede deber a que los endometriomas, o quistes de endometriosis característicos en los ovarios, y las cirugías provoquen una disminución de la reserva ovárica. Por último, a veces sucede que el endometrio tiene demasiados factores
proinflamatorios, lo que impide una adecuada implantación”, sostiene esta ginecóloga de padre sirio y madre sevillana.

Tratamiento hormonal y, a veces, cirugía

La endometriosis “tiene inicialmente un tratamiento médico con compuestos hormonales específicos para ella. Además, los analgésicos son también una herramienta muy necesaria, sobre todo hasta que la hormona hace su efecto, cosa que ocurre a los dos o tres meses de iniciado el tratamiento", detalla la doctora Hortensia García Briz, ginecóloga en Clínica Anthea.

"En casos severos, o si hay lesiones endometriósicas que generan síntomas específicos, el tratamiento quirúrgico es una alternativa”, concluye.

La importancia de un diagnóstico precoz

Para evitar que este trastorno acabe en cirugía es fundamental “un diagnóstico precoz". "Esto nos permite aplicar un tratamiento temprano que evite la aparición de lesiones sintomáticas y nos ayuda para asesorar a la paciente sobre su capacidad reproductiva, ya que cada vez se pospone la maternidad más tiempo y en estas pacientes puede ser contraproducente”, añade esta ginecóloga.

El camino de Carolina García por la reproducción asistida no ha sido fácil, tampoco rápido. Tras un primer tratamiento FIV y cuatro transferencias de embriones, se quedó embarazada. Sin embargo, tuvo un aborto. Tras unos meses de descanso, su marido y ella volvieron a intentarlo y decidieron transferir un solo embrión. Días más tarde saltó la sorpresa. Ese embrión se había dividido y esperaban gemelas idénticas. Hoy las pequeñas África y Gala ya tienen tres años.