La huelga de los trabajadores de limpieza del aeropuerto se alarga hasta septiembre

Los trabajadores de los servicios de limpieza de las dos terminales del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat vuelven a la huelga, tras la convocatoria del comité de empresa de parones intermitentes del 2 al 16 de julio. Quieren dar continuidad, así, a las reclamaciones frente al operador aeroportuario español Aena y la empresa Sacyr, por el ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) que se puso en marcha en marzo de 2020 a causa del Covid-19.

CCOO, en un comunicado, denuncia que “el comité de empresa ha trasladado en numerosas ocasiones a ambas empresas la sobrecarga de trabajo que sufren los trabajadores del servicio”. Por ello, instan a ambas compañías competentes en la gestión de estos expedientes en “una mayor desafección de personas que actualmente se encuentran en ERTE”. Argumentan que la reactivación de las terminales 1 y 2 están actualmente en porcentajes de actividad superiores a las personas que se encuentran temporalmente sin trabajar.

Negativa de Aena y Sacyr

La empresa adjudicataria Sacyr y la gestora Aena, según explican desde CCOO, se han negado a hacer una previsión de la carga de trabajo que no tenga como consecuencia “la sobrecarga constate de los trabajadores, así como una estrategia de reducción de puestos de trabajo encubierta”. Esto habría provocado que el comité de empresa, apoyado por los sindicatos y empleados, hayan decidido convocar una huelga intermitente del 2 al 16 de julio, que ahora dará continuidad durante todo septiembre.

La actividad del aeropuerto “se recupera y la plantilla de limpieza continua sin reincorporarse”, alega el sindicato. El hastío de los trabajadores se debe a la mejora de las conexiones, la mayor afluencia de viajeros y el aumento de aerolíneas durante este verano en El Prat que no ha provocado que se deje la afectación del ERTE a muchos de ellos. Por ello, además, han convocado una concentración este viernes 3 de septiembre, a las once de la mañana, en la plaza Sant Jaume de Barcelona para hacer visibles estas reclamaciones.