Alerta por los brotes en residencias: "Debemos evitar una sexta ola"
Patronales y sindicatos llaman a mantener protocolos estrictos en los centros y resolver la falta de enfermeras geriátricas para frenar el auge de mortalidad
26 agosto, 2021 00:00Los brotes mortales en dos residencias catalanas --L'Onada de La Sénia (Tarragona) y Torreblanca de Sant Joan les Fonts (Girona)-- han vuelto a encender las alarmas sobre la evolución de la pandemia. Pese a que la Generalitat relajó la semana pasada las restricciones en estos centros asistenciales, los agentes sociales recuerdan que la quinta ola ya se ha cobrado 269 vidas desde que arrancó el pasado 27 de junio.
Un dato que contrasta con los 21 fallecimientos registrados en las residencias en los 60 días anteriores, el mismo periodo en que lleva activa la alerta por la última oleada. Si bien este aumento de decesos no ha comportado un incremento de contagios. Según datos de la Consejería de Derechos Sociales, 239 residentes son casos confirmados de Covid-19, un 0,4% del total, y la gran mayoría son asintomáticos o tienen síntomas leves.
No bajar la guardia
Pero sindicatos y patronales llaman a no bajar la guardia y asumir algunos retos pendientes. Andrés Rueda, presidente de ASCAD, advierte de que "debemos evitar una sexta ola" a partir de septiembre. La asociación profesional reconoce que se han producido algunas mejoras en el funcionamiento de los centros, como el establecimiento de circuitos seguros con accesos y salidas bien delimitados. Pero el alto nivel de exigencia no debe perderse pese a que remita la afectación en los complejos sociosanitarios.
"Pedimos que se mantengan las PCR semanales para todo el personal de forma habitual. Estas PCR deben realizarse también a los familiares. Esto ya ocurre, pero queremos que la medida no decaiga cuando no haya situaciones excepcionales. Además, a la vuelta de las salidas los residentes deberían permanecer unos días en una zona acotada, no totalmente aislados, pero sí en un área delimitada", propone.
Estudio serológico
Actuaciones sostenidas en el tiempo que deberían ir acompañadas de un estudio serológico que determinase la inmunización real de los ancianos. El representante de ASCAD remarca la necesidad de este análisis para evaluar la oportunidad de la tercera dosis de la vacuna, que en un escenario de reapertura general de los centros podría ser necesaria.
"Es evidente que la sexta ola también puede llegar a las residencias, porque aunque se infecten los menores entre 0 y 16 años, estos pueden transmitir el virus a sus padres y de ahí llegar a los mayores", argumenta.
Éxodo de enfermeras
Otro de los frentes que tampoco se han resuelto desde que estalló la crisis sanitaria es el puesto del personal sanitario en los geriátricos. SATSE, UGT y CCOO coinciden en que la falta, cuando no el "éxodo", de enfermeras geriátricas deja debilitada la capacidad de respuesta de los centros. "Es una asignatura pendiente en que todo el mundo mira hacia otro lado. En una residencia catalana, la ley obliga a que haya enfermeras presenciales, pero no de forma permanente. Puede llegar a haber una profesional para 125 personas", apunta David Carbajales (SATSE).
Pese a que algunas asociaciones empresariales, como ACRA, sugirieron la contratación en origen de 1.000 enfermeras para suplir el déficit de trabajadoras, esta iniciativa no se ha materializado. Además, SATSE lo ve únicamente como una medida circunstancial. "No se trata solo de contratar ahora para cubrir esta demanda, sino de dar estabilidad a las plantillas. Eso pasa por dignificar las condiciones laborales para evitar el éxodo de profesionales hacia la concertada y la privada", añade Carbajales.
Tres escalas salariales
Jaume Adrover, secretario del sector de servicios sociales en UGT, ejemplifica esta precariedad con las tres escalas salariales que existen en la profesión. "Hay tres convenios: el de la sanidad pública (ICS), el de la sanidad concertada (SISCAT) y el convenio marco de nivel español para la dependencia. Las diferencias de sueldo llegan al 50% entre unos y otros", explica. Asimismo, subraya que la falta de empleados cualificados lleva a otros cargos como los auxiliares de geriatría a "asumir funciones de auxiliares de enfermería".
"Con estos sueldos, las enfermeras que se quedan en los geriátricos lo hacen por vocación", resume. Josep Maria Yagüe, responsable de accion sindical en CCOO, se suma a estas críticas y advierte: "Debe incentivarse la vacunación, mejorar la remuneración de las enfermeras y pensar que la quinta ola del virus ha afectado a la sociedad en general". Abundando en este último punto, Yagüe pide prudencia ya que no sería justo establecer una "relación de causa y efecto" entre los últimos brotes y la inmunización de los trabajadores de las residencias. Un toque de atención a las autoridades sanitarias que llega de uno de los sectores más golpeados por la pandemia.