Suspendida la vacunación contra el Covid-19 por un error en la vacunación. Los equipos volantes de inmunización contra la enfermedad que causa el virus SARS-CoV-2 han tenido que detener el proceso en La Seu d'Urgell (Lleida) por un error técnico en los contenedores donde se guardan los viales, un incidente que la Consejería de Salud informa de que es "un error humano" ya subsanado.
Lo ha avanzado TV3, que ha precisado que la vacunación en esta población ilerdense ha tenido que cancelarse por un defecto en las neveras que transportan las dosis. En este caso, eran del medicamento fabricado por Moderna. Han resultado afectadas unas 1.500 personas, según el canal regional, aunque no se verá afectado el turno de inmunización reservado con anterioridad. Las vacunas que ya no se pueden usar iban destinadas a la inoculación sin cita previa que se había previsto lanzar en el municipio.
Salud: "Error humano"
Una portavoz de Salud ha matizado que "un error humano ha sido la causa de un incidente producido con una nevera que conservaba 1.400 dosis de vacuna de la Covid-19 en el Cap La Seu d'Urgell (Lleida), y que han sido retiradas por haber quedado en mal estado". Según la fuente oficial, las vacunas "se repondrán en las próximas horas, de modo que todas las citas que se habían cancelado esta semana serán programadas durante la próxima".
El incidente, que se ha puesto en conocimiento del Ministerio de Sanidad, no ha afectado a 1.500 personas, según el Departamento de Josep Maria Argimon, pues no todos los fármacos estaban ofertados ni destinados a la inmunización masiva.
Segunda pifia con los contenedores
Sea como fuere, el fallo en las neveras en La Seu es el segundo incidente con los contenedores de refrigeración con el que se encuentran los equipos catalanes dedicados a vacunar a la población. El primero ocurrió en enero, cuando este medio informó de que el Departamento catalán de Salud había comprado las neveras de transporte logístico con retraso.
A consecuencia de ello, la Consejería que entonces pilotaba Alba Vergés (ERC) tuvo que esperar a que el proveedor, una compañía alemana, entregara los contenedores, que son de última generación y muy superiores a los que utilizan otras autonomías.