Ciudadanos con cita para vacunarse alertan de falta de dosis de la barrera contra el Covid en Lleida. Lectores de este medio han denunciado cancelación de citas para inmunizarse contra el Covid-19 en la provincia "por desabastecimiento de preparados de Pfizer", tal y como se les ha comunicado desde los centros sanitarios ilerdenses. El Departamento catalán de Salud señala que solo que se han guardado viales para proteger a los vacunados con la primera dosis de AstraZeneca. Es decir, una decisión que se enmarcaría en el avance del plan de inmunización masiva del territorio.
En conversación con este medio, afectados que habían reservado una cita en el Hospital Arnau de Vilanova han apuntado a "suspensiones de la vacunación" y "cancelación de todas las citas" porque los equipos de inmunización masiva "no recibieron las dosis de Pfizer". Esta sería la explicación que se les habría brindado desde el centro sanitario.
"Se han guardado para la segunda dosis de AZ"
Desde la consejería que dirige aún Alba Vergés (ERC) --mañana tomará el relevo Josep Maria Argimon (Junts)-- ha explicado que los técnicos del Departamento "han tenido que guardar dosis de Pfizer" para administrar la segunda dosis del fármaco de la compañía estadounidense a los menores de 60 años vacunados con AstraZeneca. Son, sobre todo, colectivos esenciales y otros servidores públicos como los maestros, como explicó Salud la semana pasada, por lo que es necesario que se complete la inmunización frente al virus.
Con lo que respecta al resto, la misma fuente oficial ha subrayado que "no hay nada excepcional en la vacunación en Lleida". Se han habilitado puntos intermedios de inmunización poblacional intermedios y masivos, como en el resto del territorio. Por su parte, la atención primaria se encarga de la inoculación de proximidad. Contacta con las personas de más edad a las que no llega la información o hay que convencer. ¿Quién entrega los viales? "Cada centro pide las vacunas que puede administrar y se autogestiona en paralelo con su actividad habitual", ha apostillado la misma voz.
"Reservan dosis"
Fuentes sindicales contactadas por este medio han corroborado la versión aportada por el Departamento catalán de Salud. Han indicado que la consejería "limitó la semana pasada las primeras dosis en los centros de salud". En otras palabras, algunos puntos de vacunación, también los masivos como el Arnau de Vilanova, pusieron solo "segundas dosis" en esos días, sin que el equipo de Salud en la región sanitaria "dijera el motivo". Los sanitarios, pues, administraron solo la vacuna de Moderna en algunos puntos.
Con lo que respecta al estimulador de anticuerpos de Pfizer, las mismas voces de la parte social han aventurado que Salud "podría priorizar la vacunación masiva". Para ello necesitaría "guardar los viales de Pfizer para administrar la pauta completa --la segunda dosis-- a los primovacunados con AstraZeneca". Cuestión que también se valora como normal desde la parte social.
Vergés avisó de la parálisis de citas
Cabe recordar que la aún consellera de Salud avisó la semana pasada de que el uso de Pfizer para completar la pauta a los ciudadanos menores de 60 años vacunados inicialmente con AstraZeneca "podría llegar a paralizar 90.000 citas" de inmunización. El equipo de Vergés enfatizó que son partidarios de cerrar el ciclo de vacunación a esta franja poblacional inyectando la segunda dosis del preparado de AstraZeneca a los que ya recibieron la primera.
La titular del Departamento contestó así a la decisión del Consejo Interterritorial de Salud de resolver que los primovacunados con el producto de la farma británica podrían recibir la segunda dosis de Pfizer. El organismo colegiado lo aprobó apoyándose en las conclusiones de un estudio del Instituto de Salud Carlos III, que avaló la seguridad clínica de esta estrategia. Lo que subyace es el debate sobre uno de los efectos adversos de la vacuna británica: la aparición de tromboembolismos en una minoría de vacunados.
De hecho, todos los estudios realizados hasta la fecha concluyen de forma clara e inequívoca que las ventajas que ofrecen los distintos antídotos para inmunizarse del coronavirus son muy superiores a los efectos secundarios. Especialmente si se tienen en cuenta los posibles efectos adversos, incluso la muerte, de padecer la enfermedad.