Los agricultores votan para frenar las 'trampas' de la PAC
Más de 20.000 electores escogen a los representantes del sector entre las candidaturas de Unió de Pagesos, Jarc, Asaja y UPA
25 marzo, 2021 00:00Arrancan las elecciones agrarias en Cataluña. Más de 20.000 productores --18.022 personas físicas y 2.587 personas jurídicas-- podrán votar entre hoy y mañana a sus delegados en los órganos de representación del sector primario --el más importante de ellos, la Mesa Agraria--. Aunque en esta ocasión será sin urnas. La Generalitat activará por primera vez un sistema de voto electrónico que incorporará las nuevas tecnologías al procedimiento para prescindir de las papeletas. Un método que no ha estado exento de críticas por parte de algunos actores que no veían con buenos ojos la eliminación del voto por correo.
Sobre la mesa o, mejor dicho, en la pantalla del ordenador, hay cuatro listas alternativas: Unió de Pagesos, Jarc (Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya), Asaja y UPA (Unió de Petits Agricultors i Ramaders). Los agricultores catalanes, que han capeado la crisis del Covid con mayor facilidad que otros colectivos, plantean de todos modos un conjunto de reivindicaciones para encarar el futuro con menos incertidumbre.
Reformar la PAC
Hay un objetivo en el que coinciden todas las organizaciones: la reforma necesaria y urgente de la PAC (Política Agraria Común) para evitar las trampas en su concesión. "Las ayudas deben ir destinadas a los agricultores en activo, antes llamados genuinos. Como mínimo deberán demostrar un 25% de ingresos agrarios. Creemos que es lo justo y, además, si se excluyeran quienes no forman parte de esta categoría, se podrían repartir las ayudas aumentando en cerca de 6.000 euros la percepción por agricultor", ha explicado Joan Caball, líder de Unió de Pagesos. A esta petición se suma Joan Carles Massot, máximo dirigente de Jarc.
Por su parte, Albert Castelló (Asaja) reclama que la PAC "se revalorice al mismo ritmo que lo hacen los salarios y el resto de precios". "Tenemos la misma cantidad de ayudas que en 1997", asegura. También Joan Montesó (UPA) contribuye a esta reflexión añadiendo que debería "ir orientado a la agricultura familiar, no a la agricultura de sofá". "Pedimos que la PAC actúe sobre los perceptores que vivan realmente en el territorio. Además, que se implante un techo por arriba de 60.000 a 100.000 euros y se agilice el papeleo", añade.
Pugna con el ecologismo
Otro de los puntos que se colará en las elecciones es la pugna con los movimientos conservacionistas respecto a los animales salvajes. "Ha llegado un momento en que la fauna termina siendo una plaga y especies como el jabalí, el conejo y el corzo afectan a los cultivos. Hay que establecer métodos de control más eficaces, más cuando nos preocupa la bioseguridad de los cultivos", afirma Massot.
Castelló establece una comparación numérica: "Si antes se planteaban 80 o 100 kilos de grano por hectárea en el delta del Ebro, ahora debemos plantar cerca de 300 kilos por hectárea porque el arroz se lo comen las aves". Las entidades defienden el carácter beneficioso de la agricultura tanto para la preservación de la biodiversidad como de la sostenibilidad del territorio, pero arguyen las pérdidas de producción para poner coto a la fauna silvestre ya sea mediante el avance de la ley de caza o los censos de población animal.
Vigilar la cadena alimentaria
Las diferencias más claras entre candidaturas se manifiestan en la cuestión de la cadena alimentaria. Mientras Unió de Pagesos presiona por establecer un sistema de sanciones más duro para evitar la venta a pérdidas de los grandes distribuidores, otros actores aseguran que el CadeCAT --instrumento de la Consejería de Agricultura que vela por los contratos agroalimentarios-- ya cuenta con suficiente capacidad para que se cumpla el código de buenas prácticas del sector, si bien piden más recursos y control.
Esta última posición, representada por Jarc, no descarta en cualquier caso que se extreme la vigilancia para evitar los excesos en el último escalón de la cadena de valor. Es decir, en el supermercado. En este punto, UPA --que defiende la prohibición de la venta a pérdidas-- propone canales cortos de comercialización que acerquen los productos ecológicos a los consumidores que se encuentren cerca del kilómetro cero de producción. Medidas todas ellas que pretenden dignificar la labor del payés en el contexto de la economía y de la sociedad. Y, para lo cual, todas las organizaciones llaman al voto (digital) en estas elecciones.