Este sábado se ha cumplido un año desde que Rosalía, la primera paciente con coronavirus detectada en Cataluña, falleció en el Hospital Germans Trias i Pujol. La mujer tenía 87 años, ningún vínculo con Italia o la ciudad china de Wuhan y un conjunto de patologías previas que apenas hacían sospechar que estuviera infectada por el Covid-19.
El fallecimiento de Rosalía marcó un punto de inflexión en el transcurso y la gestión de la pandemia, que tantas vidas ha costado alrededor del mundo.
No era una amenaza
"Todo empezó con Rosalía", ha resumido en una entrevista con EFE la responsable del Servicio de Urgencias de Can Ruti, Anna Carreres. "En ese momento aún no habíamos atendido a tantos pacientes de Covid y no lo vivíamos como una gran amenaza, aunque sí habíamos detectado muchos cuadros gripales con ahogo y fiebre durante el mes de febrero", ha explicado Carreres.
Tras esa primera muerte, llegaron decenas más, que rápidamente se convirtieron en miles hasta sumar, un año después, más de 20.000 en un contexto radicalmente distinto. En este sentido, "la vacunación es un punto de luz. Tendríamos que procurar que se acelere la campaña", ha opinado Carreres después de que haya quedado probado que no sólo protege del virus, sino que el suero anticovid corta las cadenas de transmisión.
Aumento de casos psiquiátricos
Carreres ha explicado que se han incrementado alrededor del 25% las urgencias psiquiátricas en Can Ruti, cuyos especialistas atienden cada día más intentos de suicidio "tanto de enfermos que ya tenían problemas como de personas que han sufrido mucho estrés por el confinamiento y la privación social".
"Los problemas de salud mental han crecido mucho, también entre las personas mayores que antes vivían solas pero sus hijos o nietos podían visitarlas y ahora ya no", ha subrayado la enfermera. Con todo, Carreres se ha mostrado satisfecha con la gestión que se ha llevado a cabo del coronavirus y con las "lecciones de solidaridad" que ha dejado, desde el "todos a una" de los sanitarios de cualquier especialidad médica, que se volcaron para atender a pacientes Covid, hasta la habilitación de hoteles para poder garantizar cuarentenas.