Fiscalía pide cuatro años de prisión para un manifestante que en octubre de 2019 golpeó con el palo de una bandera a un agente de los Mossos d'Esquadra. La agresión se produjo en la plaza Artós de Barcelona, tal y como ha admitido el acusado, M.R.C., durante el juicio celebrado este miércoles en la Audiencia Provincial.
El ministerio público ha rebajado su petición inicial, de más de siete años de cárcel para el joven, después de que este haya señalado ante el tribunal que agredió al policía el 17 de octubre de 2019, durante el transcurso de una protesta de "extrema derecha" --según el agente golpeado-- en rechazo a los disturbios por la sentencia del procés.
Agresión "sin intención"
El acusado, que se ha disculpado por el golpe, ha señalado que "nunca" tuvo "la intención" de agredir al mosso. Según ha indicado, el impacto que le propinó con el palo de la bandera que portaba --la del tercio de Flandes-- se produjo en un contexto "de mucha tensión", y empujones, después de que la policía catalana desplegase hasta tres cordones de seguridad para impedir el encuentro entre dos grupos antagónicos, los de "extrema derecha" y los "antifascistas" --en palabras del agente que ha comparecido como testigo--.
M.R.C. ha detallado que, cuando los Mossos comenzaron "a cargar", se intentó "defender" y así fue como acabó "agrediendo" a uno de los mossos. Un golpe que, tal y como ha atestiguado quien lo recibió, no le causó ninguna lesión, ya que el palo impactó contra su chaleco de protección. A preguntas de su abogado, el manifestante ha subrayado que en ninguna otra ocasión ha perpetrado un ataque contra un policía y que durante el transcurso de la citada protesta se puso "muy nervioso".
Desórdenes y atentado
Admitir los hechos le ha valido una rebaja de la petición de pena por parte de Fiscalía, que mantiene su acusación por desórdenes públicos --por los que pide un año y un día de prisión para el acusado--, así como el de atentando contra la autoridad --por el que le reclama otros tres años y un día de cárcel--.
Por su parte, la defensa del manifestante ha considerado desmesurada la petición del ministerio público. El abogado de M.R.C. alega que su representado salió a la calle para protestar contra "manifestaciones ilegales" --en alusión a los altercados postsentencia-- y que entendió por ello que las marchas "no estaban penalizadas ni prohibidas". Ha recordado además que ningún agente presenció el lanzamiento de objetos por parte del manifestante, y que el golpe que propinó al mosso no le causó lesiones. El juicio ha quedado visto para sentencia.