El Síndic de Greuges va a estudiar los precios y la calidad del servicio de recarga de vehículos eléctricos que existe en Barcelona, en comparación con otros municipios y países de la UE. En un comunicado, considera el hecho de que uno de los objetivos europeos es descarbonizar el transporte y electrificar la movilidad.
La actuación de oficio se hará en un momento en el que los vehículos eléctricos que quieran recargar sus baterías en la vía pública deben pagar. Es así desde el 18 de enero, cuando enchufarse a la red pública en alguno de los 500 puntos distribuidos de la mano de Barcelona de Serveis Municipals (BSM) tiene un coste para el consumidor.
Sistema tarifario diversificado
Los conductores que quieran recargar sus vehículos deben saber que existen diferentes tarifas según el tipo de usuario, el lugar donde se realice la carga y la hora. De la misma forma, se han previsto abonos para aquellos que sean clientes recurrentes.
En el comunicado emitido este viernes, el Síndic remarca que esta opción de cobrar por el servicio también se la plantean otros municipios de Cataluña. Se trata de una decisión que podría desincentivar a aquellos ciudadanos que quieran adquirir vehículos eléctricos, que ya de por sí son bastante más caros que los que funcionan con combustible. El Síndic también tiene presente que esta semana se ha sabido que la Área Metropolitana de Barcelona ha abierto un expediente contra la UTE que controla las 10 estaciones de recarga por problemas en su gestión.