Riudecols, un pequeño municipio de Tarragona de poco más de 1.000 habitantes, ha pasado en un mes de la alegría colectiva más absoluta al temor a salir a la calle por los estragos que está causando el coronavirus entre sus habitantes. Después de que el 22 de diciembre pasado cayeran 200 millones del Gordo de la Lotería de Navidad en el municipio, los positivos por coronavirus han aumentado un 386%. Una auténtica barbaridad.
Aquel mágico días, 50 series del 72.897, el primer premio, fueron repartidas en Industrias Teixidó, una fábrica de componentes de automóviles de Riudecols. El comité de empresa había comprado el número en Reus y sus 440 trabajadores y sus familiares fueron agraciados con el Gordo. Aquello, lógicamente, derivó en una fiesta multitudinaria que probablemente hoy se está pagando. Por unas horas, las mascarillas cayeron, la distancia social de seguridad desapareció y el Covid se dio un festín.
Casi 80 positivos
Desde entonces, con las vacaciones navideñas de por medio, la incidencia de casos se disparó. Según datos de este martes, en los últimos 14 días la incidencia acumulada era de 2.881 positivos por cada 100.000 habitantes. De los 77 positivos que ha habido en el pueblo desde el inicio de la pandemia, 35 se han registrado en los últimos días. Las autoridades sanitarias creen que lo ocurrido no tiene nada que ver con el sorteo y su posterior celebración, pero el Ayuntamiento no tiene ninguna duda que aquello fue el detonante.
"Ha sido una combinación de varios factores a la vez. Por un lado, la lotería, y por otro, unas navidades en las que todo el mundo estaba contento y quería celebrar y compartir lo ganado", ha reconocido a eldiario.es Raül Grau, concejal de servicios.
Situación crítica
La mitad de los casos que se han registrado en este pueblo de Tarragona se han detectado durante la tercera ola, entre Navidad y la primera mitad de enero. La situación en Riudecols es crítica y mucha gente tiene miedo de salir a la calle para evitar contagiarse.
Muchos de ellos, por el momento, aunque de manera obligada, está cumpliendo un estricto confinamiento después de haber pasado la enfermedad o haber tenido contactos estrechos positivos.