Los jóvenes agricultores, agrupados bajo la asociación de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), han pedido al Govern que tenga en cuenta el impacto de la borrasca Filomena y ponga en marcha ayudas directas para el sector.
El paso del temporal ha golpeado de lleno en el trabajo de los productores de olivo de la Terra Alta y de Ribera d’Ebre, ambos en Tarragona, y de Les Garrigues, en Lleida.
Producción mermada
La nieve ha cubierto de nieve buena parte del territorio catalán y ha causado alegría y diversión en buena parte de la ciudadanía, pero no entre la gente que se dedica al campo.
Este lunes la JARC ha comunicado que los daños causados por la nieve y el mal tiempo tendrán una implicación directa y fuerte en su actividad, dado que las ramas rotas “deberán cortarse desde el leño”, una situación que, aseguran, “comprometerá la producción de los próximos tres años”.
Congelación de los olivos
Lluís Gaya, jefe sectorial del olivo de la JARC, ha informado que todo el sector está a la espera de ver cual es el progreso del temporal en las próximas jornadas. Existe un precedente que nadie quiere repetir, y que se remonta al 2001. En esa ocasión, otro temporal de gran multitud provocó la congelación total de los olivos con los consiguientes perjuicios para la producción del fruto.
El sector también sufrió fuertes daños cuando hace casi exactamente un año la borrasca Gloria sacudió el campo catalán. De la misma forma, la asociación resta muy pendientes de ver como ha impactado Filomena en las demás actividades agrícolas y ganaderas. El colectivo no descarta que los apoyos gubernamentales se deban dirigir también a otras zonas en las que la borrasca ha vertido toda su fuerza.