Concentración de este lunes por la muerte de Hamza Iouazgui / GIRONA ACULL

Concentración de este lunes por la muerte de Hamza Iouazgui / GIRONA ACULL

Vida

Concentración contra el Govern en Girona por el suicidio de un joven migrante

Más de 300 personas se han congregado para denunciar la muerte, de la que responsabilizan a la DGAIA

28 diciembre, 2020 21:50

Más de 300 personas se han concentrado esta tarde frente a la Delegación del Govern en Girona tras el suicidio de Hamza Iouazgui, un joven marroquí que estuvo en el programa de menores migrantes no acompañados. Los organizadores de la convocatoria apuntan a la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia de la Generalitat (DGAIA) como “responsable” de la muerte.

La acción de protesta ha sido convocada por la plataforma Girona Acull, que, junto al Espai Antiracista Girona-Salt, ha cargado contra la Generalitat por su gestión en materia de acogida. Las entidades aseguran que esta institución “aboca a los jóvenes a la calle”, de modo que los deja al borde de la desesperación.

Indignación y rechazo

La muerte de Iouazgui, que se suicidó el lunes de la semana pasada, ha provocado indignación en Girona y ha interpelado a otros jóvenes en situaciones similares que se sienten desamparados. Los manifestantes han llevado flores, velas y pancartas con los mensajes "Hamza, no te olvidaremos nunca" y "DGAIA responsables”.

Las entidades impulsoras de la protesta han señalado a las empresas que gestionan los centros de acogida como “corresponsables”. Además, han propuesto hacer una lista con todos los jóvenes expulsados de los centros de acogida catalanes para que la Generalitat los readmita.

El Govern lo niega

La Generalitat, a través del Departamento de Asuntos Sociales, se ha defendido de las acusaciones. Asegura que “había acompañado y protegido” a Iouazgui en los últimos años y que lo ayudó a tramitar un permiso de residencia.

Además, la institución argumenta que el joven ingresó en un centro de acogida cuando llegó a Cataluña y, posteriormente, en un piso de emancipación. Eso sí, solo hasta los 18 años: luego se limitaron a asistirlo en sus trámites para pedir una ayuda para jóvenes sin techo.