Los siete acusados de perpetrar el atentado contra el prostíbulo Paradise de La Jonquera en diciembre de 2012 se enfrentan a penas que van desde los cuatro a los 24 años y medio de prisión.

La fiscalía afirma que formaban una organización criminal que perpetró tres atentados con explosivos con el propósito de “causar daños materiales y personales al club” y de “atemorizar a sus trabajadores, a los clientes y al propietario”.

Organización criminal

Uno de los ataques tuvo lugar el 23 de diciembre cuando, según argumenta la fiscalía, dos de los procesados, cubiertos con pasamontañas y armados con subfusiles, dejaron un coche cargado con explosivos frente al local. “El artefacto no llegó a explosionar por un fallo en el funcionamiento del detonador”, remarca la acusación pública.

Según el escrito de la acusación, los siete acusados formaban parte de una organización criminal que en diciembre de 2012 atacó el macroprostíbulo de La Jonquera y amenazó a su propietario. La fiscalía sostiene que el líder de la banda era un hombre que murió en 2017 en Viladecans cuando estalló una bomba colocada en su coche.

En moto y coche bomba

El primero de los ataques recogidos en el escrito de la acusación tuvo lugar a las seis de la mañana del 12 de diciembre, cuando dos de los acusados fueron al local en una moto robada en Francia dos años atrás y con las placas de matrículas cambiadas y lanzaron dos artefactos explosivos que contenían TNT. “Lanzaron uno a la zona de almacén que llegó a explotar, causando daños”, valorados en 18.329,59 euros.

El segundo ataque consistió en el lanzamiento a unos cinco metros de la puerta del local, pero no llegó a explotar por un fallo en el mecanismo. Tras huir del lugar, los acusados incendiaron la moto para eliminar pruebas, según la acusación. El segundo atentado tuvo lugar el 23 de diciembre, cuando uno de los motoristas del ataque del día 12, acompañado por otro de los acusados y dos personas más que no han podido ser identificadas, llegaron al Paradise cerca de las ocho de la tarde en dos vehículos y cubiertos con pasamontañas y armados con subfusiles. Los atacantes dejaron uno de los coches delante del local y comunicaron la amenaza de bomba al establecimiento, que tuvo que ser desalojado. Dentro del vehículo, los mossos encontraron dos bombonas de butano y en medio de ellas un paquete con carga explosiva de TNT y pentrita.

Falsa amenaza de bomba

El 31 de diciembre, los Mossos recibieron sobre las diez de la noche una llamada avisando de la colocación de una bomba en el interior del establecimiento que explotaría a medianoche. Tras la evacuación de un millar de personas del Paradise, la policía constató que se trataba de una falsa alarma que tenía el objetivo de “generar alarma” contra el propietario. La voz distorsionada que llamó a la comisaría de los Mossos se atribuyó el ataque en nombre del grupo Orca666.

Según la acusación, uno de los acusados y su hermano, el hombre que murió en Viladecans, enviaron un correo electrónico a diferentes cuerpos policiales y medios de comunicación desde la dirección laorca666@gmail.com, en el que exponía: “Mientras el señor José Moreno no pague la deuda que tiene con nosotros, se seguirán haciendo explotar artefactos en su negocio”. El mensaje concluía con otra amenaza, si no cumplía con sus demandas: “Lo consideraremos una guerra abierta y haremos explotar hasta la última piedra del negocio”.

Detención

A raíz de los hechos, los Mossos abrieron una investigación que culminó en noviembre de 2013 en la llamada operación Rockefeller, en la que se detuvieron a los supuestos autores de los ataques.

La fiscalía pide para los siete acusados penas de entre cuatro y 24 años y medio de prisión y multa de 7.200 euros por delitos de organización criminal, tenencia de explosivos, daños continuados, intento de daños, robo con fuerza, falsedad documenta, amenazas y hurtos continuados. Una vez formulado el escrito de acusación de la fiscalía, la sección tercera de la Audiencia de Girona ha dado traslado de la causa a la acusación particular para que presente el suyo. Después será el turno de las defensas.