Es Antonio M.R., el empresario de 76 años que se ha hartado de los okupas y ha embestido con su coche el local que le han okupado esta semana. El entorno del vecino, que está detenido por los Mossos d'Esquadra, ha explicado que éste "llevaba días" tratando de negociar con los allanadores. Hoy se ha hartado y ha arremetido contra su propiedad, tomada a la fuerza y rebautizado como La Mecànica.
Hablan personas del entorno del directivo arrestado. "Los okupas entraron esta semana y Antonio trató de negociar con ellos. Les explicó que la finca --sita en el número 387 de la calle Aragón-- está en proceso de expropiación por parte del Ayuntamiento de Barcelona para abrir una entrada al parque posterior [los jardines de Flora Tristán]. El consistorio le paga una miseria, cuando la propiedad vale 1,5 millones. El caso está en el Tribunal Supremo", han aclarado.
Doble okupación
En este contexto, esta semana entraron en los bajos del edificio unos okupas. El inmueble lleva años abandonado. Mide 381 metros cuadrados y está libre de cargas, según el Registro de la Propiedad. ¿Su dueño? La constructora Montemar SA, una de las sociedades administradas por Antonio. El empresario es exfundador de Automóviles Dimarán, un histórico concesionario de automóviles situado en Barcelona. Tiene también un bloque de pisos turísticos en Sant Pere de Ribes. Los allanadores entraron esta semana. "Dijeron a los Mossos que llevaban semanas dentro. Mintieron. Los Mossos los echaron por la noche y volvieron a entrar, atrincherándose".
Hasta hoy. Esta mañana, nadie sabía nada de Antonio M. en sus negocios vinculados a la construcción y vinculados, la medicina y el turismo. "Será complicado hablar con él hoy", han admitido desde Sweet Sitges, su negocio turístico en el coqueto destino de playa barcelonés. Fuentes de su entorno, no obstante, subrayan que Antonio quien lleva días negociando con los okupas, y que esta mañana también lo ha hecho. "Se ha presentado con documentos. Les ha mostrado los papeles de la casa y les ha explicado el proceso de expropiación. Los okupas no le han hecho caso".
Vuelve con su coche y embiste el local
Antonio se ha hartado. Ha cogido su coche, un Audi deportivo, y ha tratado de entrar en La Mecànica, la casa okupa en la que se ha transformado el número 387 de la calle Aragón de Barcelona. Un antiguo taller de coches. "Antonio tiene sus coches dentro. No le dejan ni sacar los automóviles", han explicado fuentes del entorno. ¿Comitió intento de homicidio? "En absoluto. Cogió el coche y lo plantó en la entrada para forzar la puerta. Los okupas, como hemos explicado, se habían atrincherado dentro, colocando una puerta cruzada y sillas a modo de barricada. Él quería solo desmontar la trinchera", han indicado.
Se ha producido una situación muy tensa. Según los okupas, arropados por el Sindicato de Vivienda del Eixample Derecho (SHED, por sus siglas en catalán), Antonio habría tratado de arrollarles. Según el entorno del empresario, los allanadores le han roto los cristales del coche y han golpeado el automóvil. Una trifulca a plena luz del día en una de las calles más transitadas de Barcelona.
"Al Ayuntamiento le interesa que okupen el local"
En plena reyerta, el Audi de Antonio ha acabado encastado contra la persiana de su local. Los Mossos d'Esquadra han acudido, raudos, y han detenido al empresario. Le acusan de desórdenes públicos, atentado contra la autoridad y desobediencia. Se resistió a su detención. No es el único conflicto en el que se ha visto envuelto. "Las comunidades de propietarios colindantes han tenido litigios con él. No arreglaba la pared de la finca y claro, se desprendían piedras y había humedad. Él se remitía al Ayuntamiento, que hace años que trata de expropiarle la finca".
De hecho, vecinos preguntados por este medio alertan de que al consistorio "le irá de fábula que el número 387 de la calle Aragón esté okupado. Así le podrá expropiar el inmueble más fácilmente". Sea como fuere, los okupas siguen dentro. "El edificio es antiguo, no tiene cédula de habitabilidad. Jamás fue un domicilio. Y había 40 tíos dentro, en plena pandemia", denuncian los residentes. ¿El barrio les apoya? "De ningún modo. Antonio puede ser conflictivo y se ha pasado de la raya, pero los okupas llevan tres días montando follón en plena calle. No es de recibo que le dejen fuera de su propiedad y ni siquiera le devuelvan sus coches y material", han apostillado.