La fiscalía pide cuatro años de cárcel para un hombre que se quitó el condón durante una relación sexual sin consentimiento de su pareja. Los hechos que ahora se juzgan ante la sala tercera de la Audiencia de Barcelona sucedieron en julio de 2019 en la localidad de Calella (Barcelona). Tras acudir juntos a un festival de música, la denunciante y el acusado accedieron a mantener relaciones sexuales con preservativo, pero ella denuncia que durante el coito él se deshizo de la protección sin avisarla.
"Le dije que sin condón no quería tener relaciones y si no llego a empujarle todavía habría continuado", ha relatado en el juicio la víctima, según ha avanzado Eldiario.es. Esta práctica es conocida como stealthing --que puede traducirse como "sigilosamente"-- y aplicado al acto sexual significa el comportamiento que adopta un hombre al quitarse el preservativo sin que su pareja se dé cuenta durante la relación. Se trata de una actitud contraria a la libertad sexual de la que existen muy pocos casos en España que realmente hayan llegado a los juzgados. No obstante, en otros países como Estados Unidos, Reino Unido y Suiza la legislación la equipara a una violación.
Testimonios diferentes
Denunciante y denunciado difieren de lo ocurrido aquella noche. En su declaración en fase de instrucción, que ha sido reproducida ante el tribunal como prueba preconstituida, la presunta víctima --que vive en Estados Unidos-- explicó que el acusado accedió a usar preservativo, pero que mientras mantenían relaciones descubrió que se lo había quitado. "Le dije 'para, si no tienes otro condón, para'", ha relatado la joven. No obstante, afirma que él continuó con el coito sin condón, en contra de lo acordado. La chica ha añadido que tuvo que empujarlo para que parara. La joven salió de la habitación, se fue a casa y después denunció lo ocurrido.
El acusado reconoce que sí continuó las relaciones sin condón, pero se justifica asegurando que lo hizo "sin darse cuenta". Según su versión, el preservativo "se cayó" porque perdió su erección debido al alcohol que había ingerido en la fiesta, pero que una vez recuperada volvió a introducir el pene sin protección en la vagina sin percatarse de ello. El joven hace hincapié en que, cuando ella le dijo que parara, extrajo el pene y ha negado que la denunciante tuviera que empujarle para terminar el coito.
Abuso, no agresión
Inicialmente, la fiscalía pedía dos años de cárcel para el acusado, pero finalmente ha elevado su petición de pena a cuatro años por un delito de abusos sexuales –no de agresión al no presentar los hechos violencia o intimidación– tras escuchar las versiones de denunciante y acusado. En su informe final, la fiscal ha insistido en que la versión de la víctima es "absolutamente creíble y clara", mientras que al acusado se le ha "pillado en un renuncio" al admitir que fue a buscar más condones en su mochila después de que la joven se percatase de lo que ocurría. Por su parte, el abogado de la defensa ha argumentado que la denunciante "no manifestó verbalmente" su deseo de que la relación se llevara a cabo con protección, si bien reconoce que ella entregó a su defendido un condón antes de iniciar el acto.
El juicio de este miércoles en Barcelona puede suponer la primera condena que dicte una Audiencia Provincial en un caso de stealthing. En dos ocasiones anteriores, un juzgado penal de Salamanca había condenado a un hombre por esta práctica en una sentencia de conformidad, pero en otra causa la Audiencia Provincial de Madrid absolvió al acusado.