El fiscal pide una pena de 29 años de cárcel para Manuel R.O., el asesino confeso de un anciano de 82 años al que asfixió en un campo que delimita una playa de Sant Pere Pescador (Girona) y su área de aparcamiento. El acusado ha reconocido los hechos, pero que no recuerda todo lo sucedido.
La agresión tuvo lugar el pasado 10 de junio de 2017 y, ahora, se ha llevado a cabo la primera jornada del juicio que afronta en la Audiencia Provincial por un delito de asesinato y otro por robo con violencia de un vehículo a motor.
Se había fugado de prisión
Durante su declaración de menos de cinco minutos, el procesado ha reconocido los hechos, aunque “no en la totalidad de la exposición, pero sí en la totalidad de lo cometido, que es el fallecimiento de este hombre”. Manuel ha dicho recordar que se encontró al anciano, pero no recuerda “ni cómo ni por qué” lo mató y ni siquiera cómo llegó allí.
Sí ha indicado que, al ser consciente de que el hombre estaba muerto, lo tapó porque" le daba pena", y que se asustó porque había huido de la prisión Castellón 1 aprovechándose de un permiso de salida. Ese temor le llevó, según ha declarado, a coger las llaves de un vehículo --el de la víctima-- y huir por la autopista A-9 a Francia, donde lo abandonó en la localidad de Banyuls-des-Aspres.
El acusado huyó a Italia
Según la fiscalía, se dirigió a él "con la intención de matarle y siendo consciente de la imposibilidad de defenderse por su avanzada edad”, "le agarró del cuello y lo apretó hasta conseguir asfixiarle", algo que realizó con tal fuerza que le causó varias fracturas. Un hecho que también ha reconocido el acusado.
El asesinato se cometió sobre las once de la mañana, y el cadáver no fue localizado hasta las 21.30 horas por una mujer que pasaba por la zona. El acusado fue detenido en Italia el 19 de septiembre de 2017 gracias a una Orden Europea de Detención y Entrega (Oede) dictada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Figueres.
Las peticiones del juicio
Además de la pena de prisión, el fiscal pide para el acusado que, tras salir de la cárcel, esté nueve años en libertad vigilada y que, en concepto de responsabilidad civil, indemnice a cada uno de los tres hijos de la víctima con 30.000 euros.
La acusación particular aumenta la petición a 30 años de prisión, aunque la defensa solicita 7 años y medio de condena al considerar que se trató de un homicidio y una falta de hurto de uso de vehículo, con diversas atenuantes.