Veto a una familia de Lleida en un alojamiento turístico: "Nos sentimos como apestados"
Un día después de que la Generalitat decretase el confinamiento perimetral del Segrià, Estefanía recibió la cancelación de su reserva en Espot
10 julio, 2020 00:00"Tendrán que anular la reserva porque son de Lleida ciudad". Ese fue el mensaje que recibió Estefanía Solé un día después de que la Generalitat decretase el confinamiento perimetral del Segrià para frenar los rebrotes. Había reservado un apartamento en Espot para cinco personas el próximo 27 de julio, fecha para la que quedaban más de tres semanas y la previsión de la nueva reclusión es, inicialmente, de 15 días. “Nos sentimos como apestados”, lamenta.
“Nos dicen que hagamos turismo de proximidad, que nos quedemos en casa para ayudar a reflotar los negocios locales, y no nos quieren ni en la misma provincia”, cuenta Solé a Crónica Global. La dueña del alojamiento, del que prefiere no desvelar el nombre, no hizo alusión a recomendaciones sanitarias ni dio otra opción a los afectados. “Solo que debíamos cancelar la reserva”, apunta.
No perdían dinero
No fue por una cuestión económica. Estefanía hizo las gestiones a través de un portal online --Booking-- y tenía de plazo hasta el 12 de julio para cancelar su estancia sin coste añadido. Una vez pasada esa fecha, tanto si iban como si no, el establecimiento recibiría el pago por el importe total de la estancia, lo que todavía le ofende más. “En caso de no ir, cobrarían igual, pero pedirnos que no fuésemos solo un día después del anuncio del confinamiento, y quedando tiempo suficiente para anular la reserva, nos indica que no nos querían solo por ser de Lleida”, lamenta.
Solé no entiende que haya sido el propio alojamiento el que les impida acceder a las vacaciones que tenían reservadas si para este no supone un perjuicio económico. “Si no fuésemos, pagaríamos igual. Somos nosotros quienes decidimos si perdemos el dinero. Nos han hecho sentirnos muy mal y es indignante que te lo digan de esa manera”, narra.
Sin vacaciones
Tras el mensaje de la responsable del apartamento no intentaron replicar ni pedir más explicaciones. “Que no nos quieran por ser de Lleida ciudad nos parece muy grave”, señala. Tampoco intentarán reservar en otra parte, ante la duda de que la reclusión se intensifique, y tengan que quedarse en casa, y porque tampoco quieren volver a arriesgarse a un nuevo veto.
La coletilla de “porque sois de Lleida ciudad” es lo que más ha molestado a Solé. Unas palabras que evidencian, señala, que el veto solo se debe a una cuestión de origen. “Ya sufrimos suficiente esta situación --la nueva reclusión-- como para aguantar encima esto”, apunta. “Nosotros no hemos provocado los rebrotes”, zanja.
Contacto cero
Si el confinamiento, finalmente, solo se alarga 15 días, aún podrían ir, pero la decisión de este alojamiento ha acabado con sus expectativas de pasar unos días de vacaciones en familia junto a la montaña. No era su primera vez allí y, tras lo sucedido, aclara que no volverán.
“No perdían nada si no íbamos, así que queda claro que no nos querían allí”, denuncia. Es consciente de que la gente tiene miedo. Ella y su familia también, pero en el apartamento no iban a tener contacto con nadie. “No es un hotel con zonas comunes, sino un dúplex, y nosotros cocinamos y comemos allí”, detalla, “por eso ni siquiera se trata de evitar contagios. Que te lo digan de esta manera duele, y mucho”.