Las consecuencias del Covid-19 en la salud no son solo físicas. Un estudio realizado por investigadores de la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas sobre el impacto psicosocial del coronavirus han esclarecido que los efectos psicológicos más habituales son la ansiedad, la depresión, los síntomas de estrés, el insomnio, la percepción de soledad y el trastorno de estrés postraumático.
El estudio también ha desvelado que los colectivos más vulnerables a sufrir estos efectos psicológicos son las mujeres, los jóvenes y los profesionales sanitarios. El análisis incluye que solo un 2% de los estudios sobre los efectos psicológicos del Covid-19 se ha centrado en las personas enfermas.
El distanciamiento social hace mella
Las personas contagiadas por el virus no han sido las únicas en sufrir las consecuencias de esta crisis sanitaria. Los casi tres meses de aislamiento han derivado en problemas psicológicos entre los pacientes no infectados por el virus o asintomáticos físicos.
Temores de infección, frustración, miedo a salir a la calle, aburrimiento, información inadecuada, pérdidas financieras o estigmas son algunos de los efectos colaterales derivados del encierro.
Dosificar la información
Los profesionales recomiendan identificar los sentimientos que nos producen malestar, mantener una rutina, cuidar nuestra alimentación, dosificar la información que consumimos y evitar hablar constantemente del Covid-19.
La investigación de los efectos psicológicos del Covid-19 se ha presentado en la primera conferencia internacional sobre este virus. Se ha realizado con base en la revisión sistemática de 58 trabajos científicos. También han participado el departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol, el Institut Català d'Oncologia (ICO), el Institut de Recerca de la Sida IrsiCaixa, la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya (UVic-UCC) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).