Un fondo de inversión tendrá que pagar 10.000 euros a un grupo vinculado a la pequeña delincuencia para que abandone un piso ocupado de Barcelona. El propietario del apartamento ha tenido que negociar y tirar de chequera para vaciar el apartamento pese a que antidisturbios de los Mossos d'Esquadra entraron en el inmueble hace escasos días para detener a una de sus inquilinas, a quien relacionan con robos a personas y comercios cometidos en la vecindad.
Lo han explicado vecinos del número 96 de la calle Mare de Déu del Port, en la Zona Franca, que llevan semanas en guerra contra lo que tildan de "banda organizada" que okupó un piso durante la pandemia para, según ellos, utilizarlo como base de operaciones para robar. En efecto, los Mossos entraron hace escasos días a la propiedad derribando la puerta porque buscaban a uno de los inquilinos. La policía catalana no pudo desalojar, pues carecia de orden judicial. Los agentes derribaron la puerta, detuvieron a quien buscaban y se fueron. Finalmente, el fondo ha tenido que negociar y pagar. Los okupas se marcharán mañana viernes.
"Antes había una familia; ahora hay jetas"
A preguntas de este medio, vecinos de la finca han aportado más datos del caso. "Aquí antes había una familia que no pudo pagar la hipoteca. Les echaron. Pues bien, después okuparon la propiedad. Había otros padres que no molestaban. Jamás hubo ningún problema hasta que, también, les desalojaron", ha explicado. "Fue durante el coronavirus que llegaron los problemas. Entró un grupo de siete o ocho personas", explican.
"No son necesitados. Llevan un tren de vida alto y a veces llegan aquí en taxi. No son una familia vulnerable. Son unos jetas: utilizan el piso de base de operaciones para robar en los alrededores", han explicado. De hecho y tal y como avanzaron los medios locales --y como confirma una comerciante de un café cercano-- las sustracciones se han incrementado en la zona. "Roban lo que pueden. Móviles y carteras a clientes de bares. Revientan persianas de comercios y escaparates de tiendas. Todo viene de ese piso", lamentan.
Los Mossos entraron hace pocos días
Ese piso no es otro que el Primero Segunda del número 1-17 de la calle Vilageliu i Gavaldà, esquinero con el número 96 de Mare de Déu del Port de Barcelona. Este punto ha visto protestas vecinales en las últimas semanas para que echaran a los okupas. ¿Qué dicen los vecinos? "No quiero hablar mucho. Solo sé que les pagan y se van. Estoy tan quemado que no quiero hablar. Solo quiero que nos dejen en paz", explica otro residente. El vecino aguanta la puerta y da paso a este periodista. Los okupas no pueden acceder al bloque porque no tienen llave y la puerta del domicilio tomado es antiokupas, blindada. ¿Cómo entran? "Trepan por la ventana cada vez desde la calle. Es un primero", ilustran los vecinos.
De hecho, sus protestas, que recogieron la cuenta de Twitter Helpers y medios como Betevé, no han sido efectivas. Tampoco lo fue una operación policial de los Mossos para detener a uno de las allanadores. "Y eso que lo cogieron con las manos en la masa. Robaron a una doctora en el centro comercial Gran Vía 2. Pues bien, su bolso, el dinero, la documentación, todo, apareció en el piso. Ni así les pudieron echar", explica otra vecina. Finalmente, lo único que ha surtido efecto es negociar y pagar. "Les darán 10.000 euros y se irán. ¿No está mal para tres meses usurpando, ¿no?", apostilla otra fuente que prefiere no aportar su nombre.