Ha sucedido esta pasada madrugada. Un conocido local de ocio de Barcelona celebró una fiesta a la que acudieron decenas de personas que, a juzgar por las imágenes, no cumplían las condiciones de seguridad frente al virus: entre ellas, guardar las distancias entre sus asistentes y tampoco llevar mascarilla.
Se trata de Opium, una discoteca que se sitúa en el paseo marítimo de la Barceloneta. El evento culminó alrededor de la 1 de la madrugada. El evento contaba con autorización, y el local lo organizó con reserva previa de mesas. Eso sí, cuando alguna quedaba libre, podían ocuparlas nuevos clientes.
Descontrol
A pesar de que los responsables habían dispuesto las mesas a dos metros de distancia unas de otras, y los grupos permitidos eran de 10 personas, tal y como han establecido las autoridades sanitarias durante la fase 1, en la que se encuentra la capital catalana, reconocen que es difícil velar por el cumplimiento de las restricciones.
Así, aseguran que el personal de seguridad de la discoteca se encargó de evitar el descontrol que, admiten, si se pudo ver en algunos momentos de la noche.