La Fiscalía pide entre 164 y 149 años de cárcel a dos jóvenes a quienes la Audiencia de Barcelona juzga desde este lunes por participar presuntamente en una violación en grupo a una menor de 14 años en Pineda de Mar, Barcelona, y difundir en las redes las imágenes que captaron de la agresión sexual.
En la sección décima de la Audiencia de Barcelona se ha iniciado hoy el juicio por esta agresión sexual múltiple, cometida el 22 de marzo de 2018 por al menos una decena de jóvenes, entre ellos supuestamente los dos acusados y dos menores que han sido objeto de un proceso judicial paralelo.
Sometimiento e indefensión
La violación en grupo se produjo el 22 de marzo de 2018 en una masía abandonada de Pineda de Mar, a la que no se podía acceder en vehículo, donde una decena de jóvenes llevaron por la fuerza a la menor, que entonces tenía 14 años, y la violaron por turnos, aprovechando su situación de "temor, sometimiento y total indefensión", según la Fiscalía.
Además, lo grabaron con sus móviles, tomando vídeos y fotos, en imágenes que posteriormente difundieron en las redes sociales. En el juicio, que proseguirá el próximo jueves con la previsión de acabar el viernes, el tribunal ha escuchado este lunes la declaración que la menor, que cuando ocurrieron los hechos sufría un trastorno de adaptación y episodios de depresión, hizo en fase de instrucción, que ha servido como prueba preconstituida para la sala.
Agresión sexual
La Fiscalía pide 164 años de cárcel para uno de los procesados y 149 para el segundo, en ambos casos acusados como autores de dos delitos de agresión sexual, nueve como cooperadores necesarios para la agresión sexual y uno de utilización de menor para elaborar pornografía infantil.
El ministerio público también pide que los dos acusados indemnicen conjuntamente a la víctima con un millón de euros por el perjuicio moral que le causaron, así como por las secuelas producidas, teniendo en cuenta la "gravedad" de los hechos, que provocan una "gran repulsa social", la edad de la chica, que por entonces tenía 14 años, los trastornos psíquicos que sufría y la inestabilidad emocional y el episodio de autolesiones y fugas de domicilio que padeció debido a la violación.
Un mes en el hospital
La joven, que tuvo que permanecer ingresada en un centro hospitalario durante un mes y medio tras la violación, también sufrió estrés postraumático debido a la grabación y difusión de los vídeos en las redes sociales. Según la Fiscalía, los acusados llevaron por la fuerza a la víctima a un lugar apartado del núcleo urbano, y que además estaba abandonado, por lo que la chica estaba "absolutamente desprotegida e imposibilitada para pedir auxilio".
Una vez en el interior de la masía abandonada, los más de diez violadores --de los que por el momento sólo se ha podido identificar a los dos adultos juzgados desde hoy y a dos menores que han seguido un proceso paralelo--, la rodearon y la violaron por turnos, mientras la vejaban y amedrentaban, con lo que provocaron en la víctima una situación de "temor, sometimiento y total indefensión", según la Fiscalía.
Coche de policía
Además, los dos acusados grabaron varios vídeos y tomaron fotografías en los que aparecían los procesados y los dos menores obligando a la víctima a realizar actos sexuales contra su voluntad. Uno de ellos colgó ese mismo día en su cuenta de Instagram uno de los vídeos, que la propia red social acabó retirando debido a su contenido.
La violación en grupo, en que ninguno de los agresores utilizó preservativo, finalizó cuando se escuchó la sirena de un coche de policía en la zona, ante lo que los jóvenes abandonaron el lugar y dejaron sola a la menor en la masía abandonada.