El 72% de las personas mayores de 65 años reconoce que lo que más echa de menos durante el periodo de reclusión es a su familia, y en especial sus nietos, muy por delante de salir a pasear (63%) o ver a sus amigos (52%).

Un estudio realizado por la empresa thyssenkrupp Home Solutions revela que el encierro establecido por el decreto del estado de alarma ha hecho reflexionar a los mayores sobre el papel de la familia en la vida personal.

Cuidados y regalos

Preguntados sobre qué es lo que más echan de menos de la familia la mayoría admiten que es el contacto con sus nietos ya que el 36% añoran pasar el fin de semana con ellos, comprarles regalos o chucherías (29%) e irlos a buscar al colegio (18%). En menor medida, un 3% quieren conocer a sus nietos que han nacido durante el aislamiento, y un 2% celebrar la comunión de estos o la boda de sus hijos.

El sentimiento más generalizado que sienten los mayores por no poder ver a sus nietos es la tristeza (66%), pero algunos también sienten miedo (14%) y depresión (12%). Sólo un 5% reconoce estar tranquilo por no ver o cuidar a sus nietos y un 2% llega a estar alegre.

Discusiones

Además de su relación con los nietos, a los mayores también les gustaría poder encontrarse para celebrar comidas familiares (59%) o hacer una excursión o salida con la familia (24%), ayudar a sus hijos (14%) e incluso un 12% echaba de menos discutir con ellos.

Los responsables del estudio destacan que la crisis del coronavirus SARS-CoV-2 y el encierro en casa “han hecho que muchos de nuestros mayores hayan pasado gran parte del confinamiento con tristeza y añoranza”. Además este “tiempo, ha servido para hacer una reflexión sobre lo que es realmente importante en nuestras vidas y el valor que la familia tiene para nosotros”.