Vacaciones de verano en la época del coronavirus
En autocaravana, barco, camping, en el pueblo, en mitad del campo o sin salir de la habitación. ¿Cómo podrían ser los días de asueto estival?
9 mayo, 2020 00:00Hay veranos que son inolvidables y el de 2020 será, sin lugar a dudas, uno de ellos. La llamada “nueva normalidad” de la era post-Covid-19 marcará en gran medida la elección de nuestros destinos vacacionales y la manera de disfrutarlos. Algo totalmente impensable hace poco más de dos meses.
Afortunadamente, España es un destino turístico muy apreciado en todo el mundo. Su magnífica geografía y una excelente red de servicios de hostelería nos esperan con los brazos abiertos en un momento muy complicado para el sector.
Tenemos mucho de lo que presumir: 15 Parques Nacionales, algunos de ellos Patrimonio de la UNESCO o Reserva de la Biosfera, más de 130 Parques Naturales, un incontable patrimonio histórico, numerosas playas galardonadas con Bandera Azul, bellos pueblos y rica gastronomía. Lo tenemos todo sin necesidad de cruzar ninguna frontera, sobre todo, ahora que las salidas al extranjero generan mucha incertidumbre.
Ya sea improvisando en coche, autocaravana, barco o reservando alojamiento, apostemos por lo nuestro: por el turismo nacional, responsable y de proximidad.
En autocaravana o en barco. Viajar con la casa a cuestas
Es una práctica muy habitual en otros países europeos; aquí, en cambio, se nos resiste. Sin embargo, con la compleja situación que estamos viviendo, viajar con la casa a cuestas puede ser una magnífica opción. Nos permite desplazarnos a cualquier punto de nuestra hermosa geografía con total libertad, siempre y cuando la fase de desescalada lo posibilite.
El contacto social, salvo para el avituallamiento: hacer la compra, echar gasolina, etcétera, estará limitado a los ocupantes del vehículo o del barco. La higiene en su interior, que deberá hacerse sin relajar las recomendaciones, también será una garantía. Se trata de una forma diferente de hacer turismo. Flexible, con libertad de horarios y de rutas, donde la improvisación es parte de la aventura, sobre todo, si nos decidimos por la autocaravana.
En el caso de los barcos, nuestro extenso y diverso litoral condicionará los itinerarios.
En cuanto a la navegación interior, aunque generalmente está enfocada hacia las embarcaciones deportivas y de recreo, existen algunas salvedades como el lago Alqueva, una extensa superficie acuática alimentada por las aguas del Guadiana, la más grande de Europa Occidental, que compartimos con nuestros vecinos portugueses, y en el que es posible alquilar un barco-casa por días.
Nos vamos de camping
Algo parecido ocurre con los campings, nos suscitan cierto recelo. Solemos imaginar un batiburrillo de tiendas de campaña diseminadas a diestro y siniestro en el que cada cual “campa” a sus anchas. Nada más lejos de la realidad si elegimos bien, claro está.
Nuestro país cuenta con lugares donde el concepto “acampar” alcanza connotaciones de auténtico lujo. Zonas de acampada, bungalows y villas con distintas capacidades y totalmente equipadas, instalaciones deportivas de primer nivel, actividades para mayores y pequeños, restaurantes, centro comercial con supermercado, pescadería, bodega… y además con un arsenal de medidas concretas que acreditan la seguridad en todo el recinto, como son la limitación de aforos, la instalación de mamparas de protección o la formación en prevención para todo el personal.
Es, por ejemplo, el caso de Playa Montroig Camping Resort, ubicado en la Costa Daurada, muy próximo a Port Aventura y a Tarragona. ¿Qué más se puede pedir?
“Tailor made” para confinamientos voluntarios
El aislamiento puede ser una muy grata experiencia, siempre y cuando sea voluntario. Quizás ahora no lo veamos así, pero existen lugares de los que uno no necesita ni quiere salir. Lugares exclusivos donde la privacidad es su razón de ser.
En nuestro territorio existen muchos sitios así. Pero pongamos agua por medio. Nos vamos hasta el norte de Tenerife. Allí, rodeados por un maravilloso entorno natural con multitud de posibilidades, nos encontramos con Be Tenerife, un club de alojamientos exclusivos en los enclaves más espectaculares de la zona menos turística de la isla. Un proyecto que comenzó de la mano de Alberto del Hoyo en Hacienda Cuatro Ventanas y al que se le han ido sumando otros alojamientos. Alfombrados por jardines botánicos, camuflados entre plataneros, altivos frente al Atlántico o en el centro de Garachico y La Orotava.
Con la apertura en el horizonte, han implantado un protocolo que garantiza la total seguridad: Check-in y check out telemático, gestor de huésped personal con total disponibilidad por teléfono, posibilidad de contratar servicios mediante una APP propia, flexibilidad de cancelación o un exhaustivo protocolo de limpieza.
Sin abandonar la isla, en la costa Adeje, Baobab Suites también brinda un trato hecho a medida. Bajo el nombre de In Suite ofrecen comidas personalizadas elaboradas por su propio chef, entrenador personal, wellness… todo ello sin la necesidad de salir de sus habitaciones, muchas de ellas con piscina privada.
Este año volvemos al pueblo
Hace unos cuantos años pasar las vacaciones de estío en la casa de los abuelos en el pueblo era lo habitual. Sin saberlo fuimos los precursores del famoso “turismo rural” tan de moda en la actualidad y con miles de adeptos.
En pareja, con la familia o los amigos, pasar unos días de descanso en un entorno natural en verano siempre es una magnífica opción. Ahora toca disfrutar de lo nuestro en buena compañía y “sin salir” de casa, ya sea en el hogar familiar, alquilando una casa en el campo, un apartamento en la playa o en la montaña. A este paso le vamos a coger el gusto a esto del aislamiento.