El colectivo sanitario está haciendo frente a la pandemia del coronavirus con entereza, pero sin esconder su malestar por la falta de material. Más allá del agradecimiento de la sociedad española, que lo explicita cada día con enormes aplausos al salir a los balcones a las ocho de la tarde, todo el personal reclama que se pongan a disposición, en los hospitales, todos los instrumentos necesarios. Un colectivo, impulsado por la médico anestesia Victoria Moral, ha elaborado una carta abierta en la que se da cuenta de todo ese malestar acumulado, con la intención de que se conozca con exactitud el problema. 

Victoria Moral es la jefa del servicio de Anestesia del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y, junto a miembros de su equipo y de otros hospitales, ha elaborado una carta abierta que han firmado más de 2.000 médicos anestesistas de toda España. Una de las consideraciones que se hacen es que lo prioritario, lo más urgente, para establecer un buen diagnóstico y trazar una estrategia a corto y medio plazo para controlar la pandemia del coronavirus en España es contar con tests masivos para conocer el porcentaje de afectados. Y antes que eso, o en paralelo, lo que se reclama es contar con mascarillas de una forma contundente, para los profesionales y para los pacientes y las personas que, cuando se puedan ir relajando las condiciones de confinamiento, puedan salir a la calle. 

El modelo de Corea del Sur

El modelo que se debería seguir, a jucio de este colectivo, es el de Corea del Sur y Alemania, que se ha ido preparando, al aprovechar las varias semanas que tiene de ventaja respecto a países como España o Italia. La carta, a la que ha tenido acceso Crónica Global, cuenta con ese ilustrativo encabezamiento: Mascarillas: por nuestros pacientes y nuestra dignidad profesional.

 

 

Los firmantes insisten en que no ha sido China el mejor país que se ha enfrentado al virus. El Estado que mejor ha plantado cara es Corea del Sur. Pero, ¿por qué? "En Corea, en lugar de plantear un confinamiento total, han obligado a toda la población a usar mascarillas continuamente, tomas de temperatura masivas y tests de detección gratis extensivos a toda la población sospechosa, y reclusión en un hotel a los contagiados y a sus contactos, consiguiendo con ello amortiguar la curva de contagios". Es decir, junto a las mascarillas, los tests son esenciales. El Gobierno español compró una partida a una empresa china, pero se comprobó que no tenían la sensibilidad necesaria y fueron devueltos. Ahora se espera la redistribución de todos los que se han adquirido.

Cribar cuanto antes a toda la población

Lo más importante es conocer el porcentaje de la población infectada, para establecer una estrategia posterior más adecuada. "Hay que cribar cuanto antes a toda la población, empezando por las zonas afectadas y en especial a todo el personal esencial, entre los cuales nos encontramos, porque aún sin síntomas podemos infectar involuntariamente. Ganemos terreno y tomemos la delantera. Los sanitarios españoles somos el 14% de los infectados, mientras en Milán son el 8% y en Wuhan ¡el 3%!". Esas diferencias son las que causan un enorme malestar entre los facultativos y todo el personal sanitario en España. 

Los hospitales en el conjunto de España y en diferentes comunidades autónomas, como Cataluña, ya tenían grandes dificultades antes de la aparición del coronavirus y de la llegada de contagiados por el virus. El mal diseño del sistema y los recortes en los presupuestos había llevado al colapso a los centros hospitalarios, con largas listas de espera en el caso de Cataluña. Por eso, en la carta abierta de los médicos anestesistas se señala que, aunque se agrade el apoyo de la ciudadanía, la que se muestra cada día a las ocho de la tarde, será necesario en el futuro inmediato tomar medidas claras en favor de la sanidad española. 

A pesar de la vocación

"La cruda realidad es que a los sanitarios, a diferencia del resto de los trabajadores, cuando se nos reduce el sueldo, se nos dice que tenemos que seguir porque es nuestra vocación. Cuando tenemos contratos mes a mes, --por vocación--, cuando se nos reduce la jornada laboral, --por vocación--, cuando hacemos guardias interminables por un sueldo escaso, --por vocación--, cuando arriesgamos nuestra salud, --por vocación". Y sin negar que trabajan por vocación, y que una prueba de ello es que muchos médicos en su tiempo libre viajan a otros países más necesitados para tratar enfermos, los profesionales piden una mayor atención y recursos. 

En el caso de las mascarillas, sin embargo, la petición es clara. Aunque algunos responsables políticos consideraron hace unas semanas que la mascarilla no era una garantía o que no era suficiente, los médicos que firman esta carta abierta precisan que es urgente disponer en cantidades masivas. "No disponemos de suficientes mascarillas ni equipos de protección, pero vemos en la televisión a las cajeras de los supermercados, a los empleados de farmacia y a muchos otros trabajadores con su mascarilla, lo cual es perfecto, y aún más. Vemos a los soldados de la UME, que en su encomiable labor, cuando limpian una estación de Ave con agua y lejía, usan equipos completos de protección. En cambio a los sanitarios de todo el país, se nos transmite que no usemos mascarilla habitualmente durante todo el tiempo que estamos en el hospital, porque hay pocas y las vamos a necesitar cuando haya más pacientes ingresados".