¿Quién es responsable político por los obstáculos del Govern al Ejército en Sabadell, donde se está levantando un hospital de campaña contra la pandemia? Dos personas. Uno, Adrià Comella, director del Servicio Catalán de Sanidad (CatSalut), la gran aseguradora pública catalana que depende de la Consejería de Salud. Y dos, su subalterna, la doctora Anna Aran Solé, jefa del CatSalut en la región Metropolitana norte de Barcelona. Ambos forman dirigen este ente público que "gestiona y administra los centros, servicios y establecimientos de protección de la salud y atención sociosanitaria" en la autonomía [ver competencias aquí]. Regula también los conciertos sanitarios. Comella, en toda la región. Aran Solé, en Barcelona norte, zona en la que se incluye Sabadell.
A lo largo del miércoles, Salud ha puesto problema tras problema para que los 40 miembros del Regimiento de Especialidades de Ingenieros (REI) número 11 de Salamanca, llegados ayer martes a la población catalana, colaboraran en el montaje del hospital provisional contra el virus del SARS-CoV-2. Lo ha hecho la consejería sabedora de que el centro sanitario público de referencia en la ciudad y poblaciones vecinas (con cerca de 400.000 personas), la Corporación Sanitaria Parc Taulí, está saturada y bordea el colapso. El hospital de campaña de la pista cubierta es necesario para drenar la ciudad sanitaria de enfermos agudos. Urge.
El CatSalut se opone
La situación crítica del Parc Taulí de Sabadell, donde fuentes médicas apuntan a decenas de muertes de pacientes con Covid-19 en las últimas dos semanas, no ha convencido a la Generalitat de Cataluña. No ha gustado en Travessera de Les Corts de Barcelona, donde está la sede del CatSalut y Salud, que el Ejército sumara esfuerzos con el Ayuntamiento de Sabadell y Médicos sin Fronteras en la adecuación de la pista cubierta para alojar a unos 250 pacientes en 10 líneas de camas. Preguntada por la cuestión, la consejería se ha remitido a las declaraciones de la titular del departamento, Alba Vergés, el miércoles por la mañana.
Efectivos de la Unidad de Ingenieros de Salamanca REI 11 del Ejército de Tierra / TWITTER
Vergés ha esgrimido cuestiones técnicas para la negativa y ha descartado un veto del Gobierno catalán a los militares. Se ha escudado en aspectos de infraestructura. En realidad, y tal y como ha avanzado este medio, al Govern no le han gustado las tiendas de campaña de configuración militar que había alzado el REI11 en Sabadell. Ello no es atribuible a la consejera de ERC, sino a sus altos cargos. Uno, Adrià Comella, responsable de los hospitales públicos y concertados con Salud. Y dos, la doctora Anna Aran, gerente del CatSalut en la región Metropolitana norte. Llegó a este puesto en junio de 2019 tras pasar por el Instituto Catalán de Salud (ICS) en la Cataluña Central y ser adjunta a gerencia de Gestió de Serveis Sanitaris (GSS), la empresa pública de los hospitales de Lleida, durante ocho años.
"Independentista, claro"
Fuentes sindicales han aportado más luz sobre quién es Anna Aran, responsable política de que el Ejército no sepa aún si puede montar o no el hospital de campaña de Sabadell y en qué condiciones. "Es independentista y muy cercana a ERC, claro. Como todos los gerentes territoriales del CatSalut", han indicado las voces de la parte social. ¿Quién es Anna Aran? "Médico de familia de formación, fue directora de Atención Primaria en la ciudad. Tras ello ascendió a directora de centro en el Hospital Arnau de Vilanova --el público de referencia en la provincia--" han explicado. "De trato personal cercano y amable, destaca por ser testaruda y corporativista. Esto último es algo muy frecuente en la profesión médica", explican las mismas fuentes.
"Se puede hablar con ella, pero es muy dura negociando", alertan. De hecho, Aran ha tenido que lidiar en los últimos años con dos cuestiones espinosas. Una, el Consorcio Sanitario de Lleida, un proyecto pergeñado por anteriores gobiernos autonómicos de CiU para unir en una empresa-paraguas los prestadores de servicios sanitarios públicos y concertados de la zona. Marea Blanca y los defensores de la sanidad pública se opusieron. Vieron afán privatizador. El exconsejero de Salud, Toni Comín, enterró el proyecto en 2016. A Aran le costó el puesto. "Nos la cargamos", presumen los sindicatos. Tras ello, Salud la recompensó por bailar con la más fea, pero le dio un caramelo envenenado. "La gerencia del ICS en la Cataluña central es nada. No tiene hospitales, solo ambulatorios", explican. Fue una suerte de destierro antes de que la doctora Aran, licenciada en Medicina y máster en Gestión de Instituciones Sanitarias, recalara en Barcelona norte. Ha sido aquí donde ella y su jefe, Comella, han dificultado la intervención del Ejército en Sabadell, colocando a la consejera Vergés en una difícil posición.