La Consejería de Justicia ha suspendido las salidas programadas, permisos para trabajar y el régimen abierto en las cárceles catalanas, además de reducir un 30% la presencia de funcionarios encargados de la seguridad interna, tras la declaración del estado de alarma por la crisis del coronavirus. Esta medida afecta directamente a los líderes independentistas presos porque las medidas implican también los permisos para trabajar en aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario de los que disfrutan.
La mayoría de ellos, este lunes, ya se habían quedado en las cárceles donde cumplen condena. El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, fue el único de ellos que salió para acudir a su empresa.
Aislados
El líder de ERC, Oriol Junqueras, no podía salir ya que trabaja como docente en el campus Manresa de la Universidad de Vic y las instalaciones universitarias están cerradas por decisión del rectorado desde el pasado sábado.
Por otro lado, el exconsejero Josep Rull y el expresidente de la ANC Jordi Sànchez se encuentran aislados en la prisión de Lledoners (Barcelona) por sospechas de coronavirus.
Restricciones
El departamento de Justicia ya había aplazado los permisos, los vis-a-vis y las comunicaciones en el locutorio, y desde este martes se suma la suspensión de todos los permisos penitenciarios. El objetivo de la medida es evitar que los reclusos que salgan puedan contraer el Covid-19 y lo propaguen en el interior del recinto penitenciario.
Los presos que ingresen por primera vez serán internados en módulos separados del resto durante 14 días, periodo de incubación del coronavirus, a modo de cuarentena. Además, está vetado el acceso a las cárceles de los voluntarios.
Presos contagiados
Al margen de los líderes independentistas encarcelados, un interno de la cárcel de Brians y una funcionaria del centro ha dado positivo en coronavirus, mientras que dos reclusos y 16 trabajadores permanecen aislados por sospechas de contagio en sus celdas y en sus domicilios. El preso contagiado de Covid-19 se encuentra ingresado en el pabellón hospitalario penitenciario del Hospital de Terrassa.
Las consejerías de Salud y de Justicia tienen también han identificado 260 internos de las cárceles catalanas que constituyen grupo de riesgo, porque padecen patologías previas o son de edad avanzada.
Reducción de plantilla
En materia laboral, sólo hay 50% del personal que trabaja en oficinas y programas de tratamiento. En el caso de las cárcelos y de los centros de justicia juvenil, la reducción de personal de seguridad se eleva al 70%.