El cuerpo de Mossos d’Esquadra contempla todos los escenarios ante la pandemia del coronavirus. Entre ellos, el despliegue por todo el territorio durante el confinamiento general de la población en toda Cataluña --que ya ha solicitado el presidente de la Generalitat, Quim Torra, al Gobierno central-- para evitar, entre otros, delitos contra el patrimonio, y el pillaje que se pueda producir durante la situación de emergencia.
Ante la expansión del Covid-19, la policía autonómica ha diseñado un plan operativo, bautizado como Oris, que contempla cuatro niveles con diferentes escenarios de movilización de recursos, y directrices para ordenar la actividad policial, entre la que se encuentra vigilar que se cumpla la orden de confinamiento, para prevenir la propagación de la enfermedad.
Despliegue de agentes con turnos de 12 horas
Fuentes policiales explican a Crónica Global que la previsión es que el máximo número de efectivos se desplieguen en las calles. Tal y como ya avanzó el comisario jefe, Eduard Sallent, los mossos se situarán en vías principales y en las grandes infraestructuras.
Aunque en un principio no se producirán cambios en los turnos de las plantillas, con el paso de los días, la gran mayoría de agentes tendrán que realizar turnos de 12 horas durante cuatro días consecutivos y descansar otros dos. “Tendríamos un número muy elevado de agentes en las calles, porque nosotros, a pesar de que estemos en zonas de confinamiento, seguimos trabajando, ya que la medida no afecta a los cuerpos de seguridad, porque somos servicios de emergencias”, señalan desde SAP-FEPOL.
Grupo de orden
Durante las cuatro fases de Oris --prealerta, alerta y emergencia 1 y 2--, los agentes --que integran el grupo de orden-- tendrán que coordinarse con las policías locales, así como con vigilantes de seguridad privada de hospitales y centros de producción y almacenamiento de vacunas, antibióticos y antivirales. Entre sus funciones estará garantizar la labor de resto de grupos: el de evaluación de riesgo, salvamento y sanitarios.
Sobre posibles situaciones delictivas asociadas al confinamiento, contemplan delitos contra el patrimonio, como el temido pillaje que se produce en situaciones de emergencia. Así, además de establecer vigilancia estática, también patrullarán para evitar intrusiones o robos en los locales comerciales que permanezcan abiertos.
Infraestructuras sensibles
También garantizarán la seguridad en infraestructuras sensibles que deban mantener su actividad por resultar esenciales, como servicios de protección civil, juzgados y servicios funerarios, así como distribuidores y transportistas de productos de primera necesidad, combustibles, electricidad y medicamentos.