Rosa Peral, durante su declaración en la Audiencia de Barcelona / EFE

Rosa Peral, durante su declaración en la Audiencia de Barcelona / EFE

Vida

Peral tilda de "psicópata" a López y lo acusa de violencia machista

La guardia urbana acusada del asesinato de su novio, también policía, sostiene que su amante la insultaba y la controlaba

13 marzo, 2020 17:48

La guardia urbana de Barcelona Rosa Peral, principal sospechosa del asesinato de su novio Pedro R. en mayo de 2017, ha insinuado que su entonces amante, el también procesado Albert López, la sometía a violencia machista y lo ha tildado de "psicópata".

En su tercer día de interrogatorio, durante el turno del abogado defensor de Albert, José Luis Bravo, Rosa se ha presentado como víctima de "insultos" y "control exagerado" ante el jurado popular de la Audiencia de Barcelona que los juzga por el el presunto crimen de Pedro, meterlo en un coche para quemarlo y abandonarlo en el pantano de Foix.

Insultos

"Golpear no, pero insultar sí. Se ha comportado como un psicópata, igual que muchas mujeres que fallecen y han estado con un hombre x tiempo y no se sabe absolutamente nada", ha rebatido para agregar que Albert era "muy agresivo" y pensaba que la iba a "perder definitivamente".

Lo ha dicho después de que Bravo le cuestionara cómo podía haber mantenido una "relación íntima" con Albert si no lo considera una "persona normal". "Un señor que mata mendigos, los quema, maltrata perros, que salta la valla de su casa... usted ha estado con él cinco años, ha mantenido una relación íntima", le ha recordado el abogado.

Noche del crimen

Rosa ha retomado su declaración que ayer dejó a medias rememorando la noche del crimen con apariencia crispada, a momentos furiosa, que la ha llevado a levantar la voz e incluso gritar en varias ocasiones, como si de un duelo se tratara.

El acusado del crimen de la Urbana, Albert López, durante la reconstrucción / EUROPAPRESS

El acusado del crimen de la Urbana, Albert López, durante la reconstrucción / EUROPAPRESS

Uno de los momentos más tensos ha surgido cuando Bravo le ha preguntado si "no es más cierto" que Pedro, la noche del asesinato, la agarró por el cuello a raíz de una pelea conyugal y ella hizo lo propio antes de dispararle.

"Idílico"

"Primero: yo tengo superpoderes para agarrar a un hombre del cuello y, si no tengo pistola, ¿cómo voy a disparar a nadie? Segundo: ni discutí con Pedro esa noche ni en todo el día. Fue idílico", ha recalcado.

Ha aprovechado además para referirse al polémico pañuelo que ha usado durante prácticamente todas las sesiones y que, según algunas hipótesis, podría haber usado también los días posteriores al crimen para esconder las marcar que le habría dejado Pedro al agarrarla por el cuello.

Manchas de sangre

"Llevo el pañuelo siempre porque estoy helada. Soy muy friolera", ha aseverado tras afirmar que las "marcas" del cuello son de nervios: "Tenía las mismas marcas que debo tener ahora. En cuanto esté calmada y relajada se me irán".

La versión del pañuelo se sustenta en la declaración que hizo la madrastra de las hijas de Rosa en instrucción, donde relató que una de las menores vio a Pedro coger del cuello a su madre y a ella con manchas de sangre.