La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) sostiene que los siete miembros de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), acusados por terrorismo, que fueron detenidos en el marco de la operación Judas “deberían haber permanecido en prisión porque existen indicios suficientes contra ellos”.
Después de la puesta en libertad provisional este viernes de los dos últimos encarcelados, su portavoz, Juan Fernández, explica a Crónica Global que su postura coincide con la del Ministerio Público, que abogaba por mantener en prisión a los encausados hasta la celebración del juicio.
Prisión provisional
“Estamos alineados con la tesis del Fiscal. Son personas que están siendo investigadas por hechos muy peligrosos, de gran trascendencia, y mientras no esté finalizada la investigación, deberían haber permanecido en prisión provisional. Nos hubiera parecido más prudente”, subraya Fernández, en nombre de la asociación personada en la causa.
A pesar de que la Audiencia Nacional ha excarcelado ya a la totalidad de arrestados que habían ingresado en prisión preventiva, el magistrado de la Sala Penal Manuel García Castellón ha señalado este viernes que, pese a que el grupo no ha sido declarado oficialmente como terrorista, porque todavía no existe una sentencia que lo acredite, no significa que no haya indicios de la “naturaleza terrorista de la organización a la que pertenecen”.
Equipo de Respuesta Táctica
Es más, el juez señala que el Equipo de Respuesta Táctica (ERT) de los CDR, tal y como ellos mismos se denominaban, "resulta acorde con las últimas tendencias legislativas y jurisprudenciales que han abordado el tema de la irrupción y proliferación de grupos terroristas inmersos como ocurre recientemente en el islamismo violento".
El instructor constata la existencia de “grupúsculos de personas muy radicales dentro de los CDR”. Señala así la actividad de una “célula fuertemente organizada y clandestina, cuyos miembros abogan por un aumento de la radicalidad de sus acciones, a los que los elementos probatorios hallados situaban en un avanzado estadio respecto a la confección de materiales explosivos y/o incendiarios susceptibles de ser utilizados en acciones que comprometían gravemente la integridad de personas y bienes", según señalan los autos.
Manipulación de sustancias químicas
García Castellón sostiene que las investigaciones realizadas aportan "indicios racionales claros" tanto de los planes de la organización como de la participación de Germinal Tomás Abueso y Jordi Ros en el "núcleo productor" del ERT encargado de la "manipulación, confección y preparación de sustancias con la finalidad de ser convertidas en compuestos explosivos e incendiarios".
Es más, en sede judicial el propio Ros admitió que había comprado y manipulado sustancias precursoras de explosivos. "¿Cuando hacían pruebas, y salía humo, intentaban hacer qué? "Termita, sí". Esta es la pregunta que le formuló el fiscal, y la respuesta de este, durante su declaración ante la Audiencia Nacional. No sólo admitió hacer pruebas para fabricar este explosivo, sino también nitrocelulosa --que sí consiguió-- y cloratita --“seguí un manual, pero era imposible”, admitió ante el magistrado--.