“Antes, la cocina era un espacio cerrado en el que se ponía la señora de la casa; ahora, es el centro de reunión, un lugar abierto y con mesas grandes”. El cambio de visión sobre la comida y lo que la rodea fue el factor que propició que la tradicional Casa Delfín mirara más allá del canal hostelero. El resultado fue la creación de Culinarium, una división enfocada en el consumidor final y que capitanea Montse Robinat, representante de la quinta generación de la familia que puso en marcha la primera tienda en Tàrrega (Lleida) en 1863.

Culinarium ha pasado a contar con 19 tiendas ubicadas en Cataluña, Aragón, Baleares y Comunidad Valenciana, de las que cuatro han sido inauguradas este año. Además, la firma prevé cerrar el año con una facturación de siete millones de euros. El éxito atiende a los nuevos hábitos de consumo de los llamados foodies --gente que apuesta por la cocina de toda la vida-- y la atención que se ha puesto sobre la cocina.

Cambio de perfil y de hábitos

“El perfil de persona que entra en la cocina ha tenido un cambio en los últimos años: ahora se ponen todos, incluso los niños. En ello han tenido que ver los programas de cocina y con que tenemos gente, como Ferran Adrià o los hermanos Roca, que han posicionado el sector”, destaca Robinat.

 

Entrada a una de las tiendas Culinarium / CULINARIUM

Entrada a una de las tiendas Culinarium / CULINARIUM
 

Esta exposición del mundo culinario ha generado una apuesta por la alimentación saludable. Muestra de ello es que la venta de tuppers y productos para llevar “se ha disparado en los últimos tres años”, según Robinat, que apunta que “la gente cocina en casa y se lleva la comida a la oficina”. Además, descarta que se trate cualquier moda: “Es una tendencia que ha venido para quedarse. La gente cada vez está más preocupada por la salud”.

Atención personalizada

Culinarium trata de diferenciarse de la competencia aportando valor añadido a sus productos, como es la atención al cliente que entra en la tienda, por lo que Robinat defiende que los empleados, “más que vendedores, son asesores: Mucha gente entra en la tienda y no sabe que una paella puede valer desde 10 hasta 100 euros. El trabajo de nuestros asesores es explicarles el por qué”, explica.

Además, la intención de la CEO de Culinarium pasa por abrir cinco tiendas nuevas de cara a 2020. Aunque asegura “estar estudiando ubicaciones”, reconoce que “en Barcelona caben cuatro o cinco”, más allá de las dos con las que cuentan ahora, al tiempo que se muestra partidaria de expandirse a Pamplona, Madrid y País Vasco.