Un vigilante de seguridad y su perro fueron apuñalados el domingo en Barcelona. El profesional y el can de protección recibieron sendos navajazos en la Estación de Can Jaumandreu del Trambesòs. Pese a la doble agresión, el trabajador del tranvía y el animal consiguieron neutralizar al pasajero violento.
Según han confirmado los Mossos d'Esquadra y la empresa gestora del transporte, el ataque violento habría ocurrido sobre las 17:30 horas en el apeadero de las línes L5 y L6, que los empleados del Trambesòs vienen criticando por su "inseguridad". Los hechos habrían sucedido al intervenir el vigilante y su can para atajar la actitud incívica de un padre de familia que habría subido al convoy en la zona de Glòries. El pasajero reaccionó a la reprimenda apuñalando al profesional en una mano y al perro guardián en la cabeza. El presunto agresor terminó huyendo junto a sus acompañantes. Las víctimas presentan solo heridas leves y el vigilante ha interpuesto denuncia. Los Mossos d'Esquadra buscan al agresor con la ayuda de las imágenes de las cámaras de vigilancia.
"Líneas inseguras"
Las fuentes consultadas insisten en que la puñalada al vigilante fue tan violenta que "le atravesó la mano". Por su parte, el corte al perro "le lesionó la cabeza", aunque no impidió que siguiera actuando "con contundencia". Insisten las mismas voces que "a no ser por la actuación del animal, hoy estaríamos hablando de una desgracia mayor".
Precisamente, fuentes sindicales han insistido en que llevan tiempo denunciando que las líneas 5 y 6 del Trambesòs. "Las incidencias se repiten una y otra vez", subrayan. Ante ello, piden "más efectivos" en estas conexiones del tranvía. La UTE Trambesòs, gestora del transporte, recuerda que desde que el transporte entró en servicio se ha reforzado la seguridad. Al menos dos unidades caninas vigilan permanentemente este ramal.
El Metro, también
El ataque con arma cortante a un vigilante de seguridad y su perro en el Trambesòs coloca a este transporte en el foco público, un lugar en el que aparece periódicamente el Metro por las agresiones a su personal de seguridad. Uno de los últimos incidentes más graves ocurrió en diciembre en la Estación de Ciutadella-Vila Olímpica, cuando un grupo de pasajeros georgianos arremetió contra una pareja de vigilantes. El ataque acabó con varios guardias y dos Mossos d'Esquadra heridos.
Meses antes, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) había decidido entregar chalecos y ropa anticorte a sus vigilantes por los continuos ataques con armas punzantes en el suburbano.