Aunque la convocatoria de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) arengaba a portar castañas y a cercar las sedes de Cs y PP en Barcelona, él ha proseguido la tónica que inauguró tras la condena del Tribunal Supremo a los líderes del procés: tirar arroz a los Mossos d’Esquadra. Jubilado, ataviado --siempre igual-- con boina a cuadros y una sudadera del Barça, ha liderado este miércoles, agarrado a una pancarta, la manifestación que ha cortado el tráfico, primero en Diagonal, a la altura de Jardinets, y después durante el recorrido de la marcha independentista que ha culminado en ronda Universitat, junto a la acampada de estudiantes, que han convocado huelga indefinida.
Su primera incursión fue en el epicentro de los disturbios de la semana pasada, Urquinaona. Allí, este hombre de edad avanzada, con idéntica vestimenta, se plantó, frente a la barrera de antidisturbios de la Policía Nacional para lanzar el cereal. "Titas, titas", coreaban los espectadores de la escena. Aunque los agentes ni se inmutaron. Durante la pasada jornada, ha vuelto a repetir la hazaña frente a la sede de los populares en Compte d’Urgell. Donde, con su habitual bolsa blanca de plástico, ha esparcido granos de arroz ante los Mossos que blindaban el acceso al edificio. Tras ello, se ha sentado en el bordillo de la acera: “Ale, ya está”.
“La Castanyera”
Durante el rato que han pasado los independentistas en el lugar, han volado castañas crudas contra furgones y agentes, así como un boniato que ha reventado tras el impacto. También han entonado la canción infantil “La Castanyera”. Uno de los policías, tras ser alcanzado por varios frutos, se ha levantado la visera para dirigir una mirada desafiante a los autores. El mismo agente que, tras ver a una mujer que, ayudada de dos bastones, circulaba ante los vehículos, ha acudido en su ayuda, y la ha acompañado hasta la entrada del restaurante italiano dónde la esperaban.
No solo el éxito de la movilización ha sido escaso --el número de asistentes ha sido mucho menor que en otras ocasiones-- sino también la cantidad de castañas. Tanto es así que uno de los que ha secundado la convocatoria de los CDR ha tenido que recoger las que ya había arrojado para poder repetir la hazaña. Los agentes no han abandonado su posición, y no han intervenido en ningún momento.
'Cabreo' de un conductor
Cuando los concentrados han decidido proseguir la marcha, y la Guardia Urbana aún no había despejado la zona --Urgell con Universitat--, éstos han proseguido su ruta entre los coches, pero no todos han encajado con buen humor el desfile independentista. Así, uno de los conductores, que se vio obligado a retirarse hacia un lateral por la afluencia de manifestantes, los ha increpado de manera violenta. Ha sido una mujer, luego copiloto, la que ha rebajado la tensión y le ha pedido que montase en el vehículo para evitar un enfrentamiento.
A la marcha del Seat León Blanco, y al grito de "fuera fascistas de nuestros barrios", uno de los independentistas ha lanzado una botella por los aires. Gesto que le ha reprochado otro transeúnte, y también el resto de manifestantes, que han llamado a la calma.
Cortes de tráfico
Antes de llegar a Francesc Macià, tras recorrer la Diagonal, cerca de 300 manifestantes se han plantado en la calle Balmes, ante la sede del partido naranja. Allí tres furgones de la policía autonómica protegían el edificio. El CDR jubilado, portador del cartel en el que se podía leer “Castanyada contra España”, también ha lanzado arroz contra los policías que custodiaban el edificio.
Durante la parada, los manifestantes han vuelto a pedir la dimisión del consejero de Interior, Miquel Buch, por la actuación de los Mossos durante los disturbios tras la sentencia, así como consignas de "fuera las fuerzas de ocupación", y "vosotros, fascistas, sois los terroristas", contra el partido que lidera Albert Rivera.
Acampada de estudiantes
La Gran Via ha sido la ruta de vuelta de la marcha, que ha culminado en ronda Universitat, donde estudiantes han plantado cerca de 60 tiendas de campaña, durante la huelga indefinida que han convocado en protesta por la condena y las detenciones tras las altercados de los últimos días.
Bolsas de patatas, muchas cervezas, y hasta un sofá en medio de la calle, entre pancartas y música en directo, ante el asombro de turistas y la pasividad de los locales. Así ha culminado una nueva convocatoria de protestas, con baja afluencia, liderada por el CDR jubilado que lanza arroz a los Mossos d'Esquadra.