Comprar pescado y marisco para las fiestas de Navidad siempre es un dolor de cabeza para muchas familias. Las largas colas y la subida de los precios suele ser la tónica dominante cuando se acerca el evento. Pero comprando el marisco con antelación puedes evitar todas las aglomeraciones e incluso ahorrar algunos billetes.

Los productos tendrán el mismo sabor que si fuesen frescos y se pueden comprar con antelación, aunque hay que seguir unas instrucciones para cada tipo de marisco o pescado en concreto.

Nécoras, centollo y buey

Los mariscos como las nécoras, el centollo, el buey y otro tipo de cangrejo se tiene que congelar una vez esté cocido. ¿Cómo?, pues mojando un paño en el agua de cocción y escurrirlo para quitar el exceso de líquido, envolver las piezas en el paño y colocar por encima un film transparente ajustado.

Finalmente, se debe cubrir el alimento con papel de periódico, se introduce en una bolsa y ya está listo para ponerlo en el congelador. Otro marisco, como los camarones, también deben congelarse cocidos.

Crudos

Los bivalvos, las almejas, los berberechos y las navajas se tendrán que congelar crudos. El proceso se basa en envolver en un film, apretado o envasado al vacío y, posteriormente, se mete en el congelador.

En cambio, el bogavante se puede congelar tanto crudo como cocido. Si se opta por cocerlo, se deben seguir los mismos pasos que con los cangrejos y las nécoras. Si por el contrario, se elige hacerlo crudo, el sistema es el mismo que el de las almejas o los berberechos.

Tres meses

Eso sí, los pescados y los mariscos no deben estar en el congelador más de tres meses. De este modo se evitará que el alimento esté en malas condiciones.

Y por último, nunca se debe colocar un alimento congelado encima de otro que ya lo está porque podríamos provocar que el pescado o marisco que lleva tiempo en el congelador coja el calor del recién incorporado.