Los Mossos d'Esquadra buscan al presunto homicida del Puerto Olímpico en los campamentos de Barcelona y su conurbación. La policía catalana persigue a M., señalado como autor material de la muerte de Sara Ben Omar, en los asentamientos urbanos y las viviendas okupadas de la Ciudad Condal y su entorno, donde creen que el supuesto asesino podría estar escondiéndose.
Lo que se conoce hasta el momento es que el presunto autor material de las dos puñaladas que acabaron con la vida de la vecina de El Vendrell, de 26 años, transitaba en varias localidades cercanas a Barcelona. En al menos una de ellas, en Sant Adrià de Besòs, la persona que busca la policía por el crimen del Puerto Olímpico participó en las okupaciones ilegales de viviendas en La Mina de verano de 2017. El episodio fue problemático porque los pisos de la zona de la calle Ana Frank que algunas familias tomaron por la fuerza estaban destinados a los vecinos del bloque Venus, que aguardadan una solución habitacional desde el 2000. Pese a los expedientes de desahucio, la mayoría de viviendas asaltadas siguen allí, bloqueando una vía de salida para los vecinos de Venus. "Llevan ya dos años y siguen vendiendo y alquilando los pisos", ha confirmado una afectada.
La Mina no centra las pesquisas
En las horas posteriores al asesinato de Sara Ben Omar y la agresión también con arma blanca al controlador de acceso que la protegió, que resultó solo herido leve, algunos medios apuntaron al barrio de La Mina de Sant Adrià. Dicha aseveración es inexacta, pues fuentes cercanas a la investigación insisten en que M. tenía una gran movilidad geográfica. De hecho, esta franja residencial permanece hoy viernes tranquila. Continuaban en el lugar las patrullas que se desplegaron los Mossos d'Esquadra en el lugar durante la operación contra el tráfico y consumo de drogas a finales de julio. Ni rastro de operaciones jaula ni caza al hombre.
De hecho, el alcance de la investigación para localizar a M. y a su cómplice, que le acompañaba durante el intento de robo del móvil de Sara, lo flanqueó cuando éste, creen los investigadores, apuñaló a la chica y al portero, y que finalmente huyó con él tras al suceso, es muy amplia. A mediodía del viernes los agentes tuvieron que lidiar con un susto cuando un vecino de Malgrat de Mar (Barcelona) denunció que había visto a M. en el municipio. La policía local de la localidad se activó de inmediato y envió varios coches al lugar en el que, presuntamente, el autor del apuñalamiento de Sara había sido avistado. Fue una falsa alarma.
La familia, a oscuras
Las voces del entorno policial consultadas por este medio confirman la "extrema presión" con la que trabaja el Grupo de Homicidios de los Mossos d'Esquadra. Ello es así por la atención política y mediática que está recibiendo el caso, con al menos la publicación de dos vídeos del incidente mortal en El Periódico y cápsulas informativas en muchos otros medios. Mientras, ¿cómo está la familia Ben Omar? "No se han puesto en contacto con nosotros. Estamos pendientes de la detención o las detenciones que puedan producirse. Y estupefactos por las fotografías y vídeos que han salido", ha explicado un allegado de la víctima mortal a este medio.
Los Ben Omar despidieron a Sara el jueves por la tarde en El Vendrell. La trágica muerte de la joven, recordada en el barrio de El Tancat como una vecina "afable y trabajadora", ha generado diversos debates paralelos, pues su óbito es la 15ª muerte violenta que encaja la Ciudad Condal en verano. El intercambio de ideas más inmediato es el dedicado a la zona de ocio nocturno. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el teniente de alcalde, Albert Batlle, condenaron la agresión mortal y prometieron trabajar para cerrar las discotecas del Puerto Olímpico, un modelo de ocio que no gusta y es peligroso, pues en julio ya murió otro chico chino de 22 años de una paliza. Por otro lado, arrecia el rifirrafe político por la crisis de seguridad de Barcelona, un escenario que la primera edil niega.